"Fue un pastor atento a los que viven en las orillas", aseguró su sucesor, Mons. Ricardo Araya. Hubo misa y luego se le impuso el nombre del obispo fallecido a una calle de esta ciudad cordobesa.
Fue por resolución del arzobispo de Buenos Aires tras un pedido del párroco y la comunidad. Mons. Marino presidió la fiesta patronal. Durante la celebración, se veneraron las reliquias del santo.
Con motivo de la apertura del Año Vocacional en la arquidiócesis de Corrientes, que tendrá lugar el 16 de julio a las 11 en la basílica de Itatí, el arzobispo reflexiona sobre la vocación cristiana.
Mons. Araya presidió la misa, que tuvo lugar al finalizar la tercera edición de la navegación, en el marco de la novena en honor a la patrona de la diócesis, de la ciudad y de los pescadores.