Córdoba: la Pastoral Social hace un balance y presenta los desafíos para 2025
- 26 de diciembre, 2024
- Córdoba
Los agentes pastorales animan a un mayor esfuerzo para lograr "un diálogo fecundo, para encontrarnos en las diferencias y creyendo, con realismo, que es posible un futuro mejor".
Los equipos de Pastoral Social de la arquidiócesis de Córdoba difundieron el mensaje "Gratitud, desafíos y esperanzas en el paso de 2024 a 2025", en el que agradecen tanta solidaridad y a tantas personas e instituciones que, en este año que termina, se comprometieron y empeñaron por la construcción del bien común.
Tras hacer un balance de lo actuado y presentar los desafíos que vienen, destacan: "Son muchos los hermanos y hermanas que, de manera desinteresada, se brindan por los demás desde el lugar en el que están".
"Sabemos del esfuerzo de tantos por sembrar el bien, por gestar el diálogo, por no prenderse en los diversos tipos de violencia que tanto mal hace. Hay muchas semillas de esperanza en nuestra sociedad, y eso es un motivo para agradecer y valorar, porque alientan a no desanimarse", agregan.
"Con el Papa Francisco, a propósito del año jubilar que ya comenzamos a transitar en la Iglesia, le deseamos a toda la comunidad un feliz año nuevo. Que nos encuentre haciendo los mejores esfuerzos para lograr un diálogo fecundo, para encontrarnos en las diferencias y creyendo, con realismo, que es posible un futuro mejor", concluyen.
Texto del mensaje
Al finalizar este 2024, desde la Pastoral Social de Córdoba celebramos tanta gracia, tanta solidaridad, tantas instituciones y tantas personas que se han comprometido y empeñado por la construcción del bien común. Damos gracias a Dios por tantos espacios de encuentro y de diálogo vividos este año con personas, instituciones, movimientos y tradiciones religiosas.
Al hacer memoria del año recorrido, uno de los temas que nos demandó tiempo y esfuerzo, aunque no el único, fue el trabajo para concientizar sobre los peligros de las apuestas online. Hemos tenido conversaciones con dirigentes políticos y sociales, hemos visitados escuelas y comunidades compartiendo inquietudes y preocupaciones. Hemos recibido y escuchado el dolor de madres y docentes. ¡Hemos intentado y buscado, de varias maneras, proponer medidas para prevenir y reducir los daños de las adicciones! Pero vemos, con tristeza, que cada vez hay más información, más publicidad y más promoción -incluso de parte del Estado- de los juegos de azar y de las apuestas en sus diversas formas.
En la provincia de Córdoba nos enteramos, ahora, de la licitación, tres años antes del vencimiento, de la concesión de la explotación de las tragamonedas (slots) que ampliará en tiempo, en casinos y en máquinas un negocio de apuestas que este año facturó más de 37.296 millones de pesos.
A nivel nacional, celebramos que la modificación de la ley del juego haya tenido media sanción en la Cámara de Diputados de la nación y anhelamos que pronto se apruebe en el Senado. La proliferación o el incremento de sitios de apuestas online de tragamonedas, de casinos, como así también la publicidad de los mismos, son una verdadera oferta de destrucción, de empobrecimiento y, como lo hemos expresado tantas veces, fomentar este tipo de conductas atenta contra la salud individual, familiar y social, contra la cultura del trabajo y del esfuerzo, además de ser tristemente una falsa esperanza para muchos hermanos que, desesperados y angustiados, buscan una salida económica "milagrosa" para enfrentar problemas de salud, de vivienda, o de alimentación.
Es triste pergeñar estrategias de marketing y de seducción que, bajo la apariencia de "diversión", buscan exprimir la necesidad de otros y la fragilidad de muchos para beneficio propio. ¡La adicción a las apuestas no para de crecer entre nuestros jóvenes!
Ojalá nos diéremos cuenta que a la corta o a la larga, todos vamos a cosechar lo que hemos sembrado. De esto no hay duda, porque la trama profunda de la vida y de la historia no se resuelve con un "golpe de suerte", sino de acuerdo con las opciones que vamos tomando y con los valores que vamos poniendo en acción.
La esperanza de construir juntos
Somos testigos del esfuerzo de tantas instituciones, personas, y referentes que son verdaderos constructores sociales. Son muchos los hermanos y hermanas que, de manera desinteresada, se brindan por los demás desde el lugar en qué están. Sabemos del esfuerzo de tantos por sembrar el bien, por gestar el diálogo, por no prenderse en los diversos tipos de violencia que tanto mal hace. Hay muchas semillas de esperanza en nuestra sociedad, y eso es un motivo para agradecer y valorar porque alientan a no desanimarse.
Con el Papa Francisco, a propósito del año jubilar que ya comenzamos a transitar en la Iglesia, le deseamos a toda la comunidad un feliz año nuevo. Que nos encuentre haciendo los mejores esfuerzos para lograr un diálogo fecundo, para encontrarnos en las diferencias y creyendo, con realismo, que es posible un futuro mejor.+