Conversaciones en Santa Marta: Francisco habla sobre la crisis global, la Iglesia y la esperanza

  • 20 de diciembre, 2024
  • Buenos Aires (AICA)
El pontífice dirigió un mensaje al pueblo argentino, al que instó a "que sigan luchando, que se defiendan de las ideologías y no se dejen engañar, que luchen por sus derechos".

El Papa Francisco concedió una entrevista a la periodista argentina Fernanda Llorente, en la que abordaron diferentes temas vinculados a su pontificado, los conflictos que aquejan al mundo actual, el perdón y la sinodalidad dentro de la Iglesia, entre otros.

Esta pieza audiovisual, producida por el Canal Orbe 21, refleja no solo la relevancia del Papa en el discurso global, como líder mundial, sino que también invita a una reflexión profunda sobre cómo enfrentar las crisis actuales con un enfoque más humano y solidario entre las naciones y, por lo tanto, busca ser un aporte a la construcción del mundo futuro.

"Me preocupa que los innumerables llamados a la paz de las organizaciones internacionales entren por un oído y salgan por el otro", comienza expresando Francisco, que enseguida denuncia la "hipocresía de base" existente, según la cual "hablamos de la paz pero armamos la guerra". 

Al respecto, señala que "uno de los réditos mayores de las inversiones en Europa son las fábricas de armas. Entonces, armamos conferencias y encuentros de paz, pero seguimos fabricando armas para matar".

"Veo una tendencia universal a la autodestrucción por la guerra", advierte, y cuestiona si "este gran universo que hemos fabricado no terminará siendo una Torre de Babel". A continuación, describe que en el caso de Ucrania hay una gran hipocresía: "A mí me preocupa mucho porque Ucrania en este momento está mandando al frente chicos de 20 años. Urge un tratado de paz, pero cuando uno habla de paz empiezan a bailar el minué con cosas secundarias".

Si no hay dialogo no va a haber paz 
También denuncia que "los encuentros que se hacen para lograr la paz son encuentros de intereses".  Desde la visión humanista y universal de la Iglesia Católica, propone el diálogo: "Si no hay diálogo no va a haber paz. O sea, dejar el ataque, dejar la destrucción del otro, pararse y dialogar. La paz se hace con el diálogo".

"El conflicto no se resuelve con la destrucción de una de las partes. No se puede resolver a balazos, que es la manera destructiva de enfrentarlo. Siempre se supera con el diálogo y hacia arriba", enfatiza, y llama a tener en cuenta "un principio muy grande: la unidad es siempre superior al conflicto". 

A su vez, advierte del peligro cuando "alguna religión se transforma en algo así como política de Estado, entonces lo religioso está unido a lo político, eso no ayuda". 

Principales lineamientos del Sínodo 
"El sínodo justamente abarca los problemas de la humanidad y de la Iglesia de hoy, y trata de resolverlos por la línea del diálogo. Es decir, el Sínodo no saca una declaración de fe, sino simplemente lo que salga de la reflexión de los grupos y de las personas", aclara el sucesor de Pedro. 

Y añade: "El sínodo es lo que provoca esa Iglesia que camina, donde todos están unidos y que alcanza su armonía en el cuerpo. La palabra clave de la iglesia sinodal es armonía. Ahora bien, ¿quién hace la armonía en la Iglesia? Es el Espíritu Santo". 

A su vez, explica que la Iglesia "condena la inmoralidad de las personas, pero las acoge para ayudarlas a caminar. Ninguno de nosotros que estamos dentro de la Iglesia es un santo, todos somos pecadores y la Iglesia nos ayuda a resolver nuestras situaciones deficitarias". 

"El cristianismo no es una ideología, es una vivencia. Es una vivencia en la que uno va creciendo por el camino que Dios le da a cada uno", añade.  

La educación, comida del espíritu
Consultado sobre los modelos económicos de ajuste que apuntan contra la  educación y la cultura, el obispo de Roma señala: "Hacer ajuste en la educación es un suicidio programado de un país. No se puede hacer ajuste en el desarrollo educativo de un país, es criminal. Porque la educación es un alimento. Es lo mismo que quitarle la comida a la gente. La educación es la comida del alma, de la mente, del espíritu".

"Tenemos que encontrarle el gusto a la literatura en la formación humana y en la formación sacerdotal. Porque es parte del humanismo de la persona. El cientificismo solo no sirve, te hace buen instrumento, pero instrumento sin corazón", considera.

Sobre la inteligencia artificial, plantea que es un desafío: "Hay que asumirlo con criterios humanos. No podemos deshumanizarnos delante de la inteligencia artificial, pero sí tenemos que dialogar humanamente, con una inteligencia artificial capaz de dialogar humanamente".

Con el 2024 termina el año de la oración y comienza el Jubileo 2025 
Al respecto, indica que "los jubileos son de renovación total, de perdón. El jubileo para vivirlo bien tiene que ser desde adentro y, de alguna manera, arreglar un poco las historias personales. En ese aspecto es un momento de perdón, de alegría, de recomposición de tantas cosas personales y sociales".

"Un jubileo que se reduzca al turismo no sirve, eso me da miedo. Por eso voy a extender el jubileo a todas las diócesis, que cada persona en su ciudad pueda celebrar el jubileo sin necesidad de desplazarse", añade, destacando que lo importante es la capacidad de perdonar, una verdadera conversión de vida. 

"Soy un pobre desgraciado al que Dios le tuvo mucha misericordia"                                                               Consultado sobre cómo le gustaría ser recordado, expresa: "Cuando estoy en la intimidad me digo una verdad a mí mismo. Me digo que soy un pobre desgraciado al que Dios le tuvo mucha misericordia. Creo que así, con esta verdad, puedo ser recordado muy bien. Si me recuerdan así está bien. Sí, la misericordia de Dios es genial".

"Qué las mujeres vayan entrando"                                                                                                                            Sobre las grandes transformaciones que llevó a cabo en la Iglesia sostuvo: "Había que hacerlas, ¿pero viste que fácil que fue? Porque todos las esperaban. Ahora lo que viene es una mujer prefecta del Dicasterio y adelante. Qué las mujeres vayan entrando".

Por último, dirigió un mensaje al pueblo argentino, al que instó a "que sigan luchando, que se defiendan de las ideologías y no se dejen engañar, que luchen por sus derechos".+