Mons. Colombo: 'Caminemos al encuentro de Jesús, con nuestras fragilidades y dolores'

  • 5 de diciembre, 2024
  • Mendoza (AICA)
En su mensaje de Adviento, afirmó que "la alegría de la venida del Señor no nos saca del dolor por el contexto difícil" e invitó a sumarse a las iniciativas que permiten a los pobres celebrar Navidad.

El arzobispo de Mendoza, monseñor Marcelo Colombo, tituló "No se dejen aturdir" su carta pastoral pare el comienzo del Adviento, un tiempo que, consideró, "ofrece un espacio necesario para no llegar a vivir la Navidad descuidados, indiferentes o superficiales".

"En nuestra preparación de Adviento, las celebraciones penitenciales son muy importantes, porque nos acercan al perdón de Dios, que quiere rescatarnos del pecado y restaurarnos de sus consecuencias", recordó.

"La reconciliación sacramental hace posible recibir ese maravilloso don del Señor, y alienta nuestro deseo de una conversión permanente en el seguimiento de Jesús", destacó.

Tras afirmar que los pesebres vivientes de las parroquias testimonian el anhelo de la llegado de Jesús, recordó una expresión del Norte argentino: "Vamos a adorar el pesebre".

El presidente de la Conferencia Episcopal Argentina (CEA) subrayó que, "verdaderamente, la Navidad es un tiempo de adorar al Dios vivo y duradero,, que ha venido a nosotros para darnos Vida nueva" y señaló: "La oración familiar ante el pesebre lo testimonia".

"La alegría de la venida del Señor no nos saca del dolor por el contexto difícil que atraviesan muchas familias y sectores sociales, que padecen el rigor de la situación económica. Por eso queremos, en el camino del Adviento, sumarnos a las distintas iniciativas solidarias parroquiales que les permiten a tantos pobres celebrar la Navidad, preparando aun con mucha sencillez su mesa navideña", valoró.

Monseñor Colombo afirmó que Jesús dice: "No se dejen aturdir", por lo que pidió "concentrar la mirada y el corazón en prepararnos para su venida, cercana a la celebración del jubileo de la Iglesia universal, mientras concluimos nuestro propio jubileo arquidiocesano, vocacional y misionero".

"¡Feliz y fecundo comienzo del Adviento! Peregrinos del sueño de Dios, caminamos al encuentro de Jesús, con nuestras fragilidades y dolores, con nuestras ganas de amar y servir, con nuestra oración personal y comunitaria, que apure su llegada a nuestros corazones", concluyó.+