Mons. Conejero Gallego: profundizar en la aclamación '¡Bendito sea Jesucristo!'

  • 5 de diciembre, 2024
  • Formosa (AICA)
En su editorial de este mes de diciembre y camino al Jubileo 2025, el obispo de Formosa animó a "vivir como peregrinos de esperanza, con alegría y paz".

El obispo de Formosa, monseñor José Conejero Gallego, definió el Adviento como un "tiempo fuertemente marcado por la esperanza y la alegría".

"En este tiempo, recordamos y celebraremos próximamente la primera venida de Jesucristo al mundo, que asumió con humildad nuestra naturaleza humana, y también aguardamos su segunda venida con gloria", puntualizó.

En su editorial mensual en el periódico Peregrinamos, el obispo formoseño señaló dos grandes realidades, con sus respectivos desafíos, que la comunidad diocesana tendrá que asumir en 2025:

  • El acontecimiento de gracia y perdón del Año Santo Jubilar.
  • Por una Iglesia Sinodal: comunión, participación y misión.

"¿Qué hemos de hacer para que ambas realidades sean asumidas y puedan producir en nosotros frutos de vida verdadera?", se preguntó, a lo que respondió: "La Iglesia, Pueblo de Dios, guiada y conducida por el Espíritu Santo, madre y maestra, nos lo enseña". 

Monseñor Conejero Gallego citó algunas actitudes y acciones por desarrollar:

  • Abrirnos a la escucha y a la voz del Espíritu.
  • Orar y discernir juntos, con todos los hermanos, la voluntad de Dios.
  • Asumir la necesidad una formación integral y permanente de los misterios principales de nuestra fe.
  • Contribuir para hacer de la Iglesia un "Hogar", una casa acogedora, un sacramento de encuentro y salvación, cuyo centro sea la celebración de la Eucaristía.
  • Despertar para amar a todos, con preferencia a los más pobres y sufrientes.
  • Obedecer el mandato misionero de Jesús de salir e ir hasta los confines de la tierra al encuentro de los hermanos, relacionándonos con toda persona, con compasión y misericordia, imitando así a Jesús, nuestro Maestro.
  • Teniendo a María, Madre de Cristo, como modelo y ejemplo de una Iglesia sinodal, misionera y misericordiosa, que escucha, ora, obedece la voluntad de Dios, capta las necesidades de los pobres, ayuda, alaba y exulta en el Espíritu.

"Desde diciembre, mes en el que se inaugurará el Jubileo 2025 con la Apertura de la Puerta Santa, vivamos como peregrinos de Esperanza, con alegría y paz, y al adorar a Jesús en la Eucaristía; detengámonos y profundicemos en la aclamación: '¡Bendito sea Jesucristo, verdadero Dios y verdadero hombre!'", concluyó.+