Alepo: la ofensiva yihadista sume a la población en una crisis humanitaria alarmante

  • 29 de noviembre, 2024
  • Alepo (Siria) (AICA)
Los ataques dejaron más de 200 muertos entre civiles y militares en los últimos días en Siria. El cierre de la autopista Alepo-Damasco impide la llegada de ayuda. El pedido de un misionero argentino.

La ciudad siria de Alepo y las áreas de sus alrededores se enfrentan a una nueva ofensiva feroz, que está sumiendo a su población en una crisis humanitaria alarmante. Los ataques, liderados por grupos yihadistas y combatientes anti-Assad, dejaron más de 200 muertos entre civiles y militares en los últimos días.

La ofensiva provocó la toma de decenas de pueblos y el cierre de la autopista Alepo-Damasco, vital para el tránsito de ayuda humanitaria y la conexión con el resto de Siria.

Fuentes locales contactadas por Agencia Fides describen una situación que empeora rápidamente: el sonido de las ametralladoras resuena en el centro de la ciudad, mientras que los lugares de trabajo permanecen desiertos.

En varias áreas, no hay electricidad desde hace dos días, y los yihadistas ya están a solo diez kilómetros del corazón de Alepo, mientras las víctimas de los enfrentamientos aumentan de hora en hora.

Los habitantes de la ciudad reviven el terror de los años más duros de la guerra civil siria, iniciada en 2012, cuando Alepo quedó aislada y fue escenario de intensos ataques. Ahora, miles de familias sobreviven en condiciones precarias, sin acceso a electricidad, agua o alimentos.

El cierre de la autopista complica aún más la llegada de suministros de socorro, mientras los hospitales, al límite de su capacidad, luchan por atender a un número creciente de heridos con recursos insuficientes.

El padre Hugo Alaniz, sacerdote argentino misionero del Instituto del Verbo Encarnado, dijo a la Agencia Fides: "En este tiempo que precede a la Navidad ,pedimos un mensaje de esperanza muy fuerte para nosotros. Pedimos también el don de la paz, y lo hacemos junto a nuestras familias y a las familias que rezan por nosotros, junto a quienes nos ayudan: nuestros familiares, amigos, bienhechores, tanto espirituales como materiales".

"Pidamos al Señor de la Paz que nos conceda el don de la paz. Pidamos al Niño Jesús que nos dé la fuerza de permanecer siempre en la esperanza, esa esperanza a la que hemos sido llamados. No dejemos que todos estos sufrimientos y pruebas maten la esperanza de nuestros corazones", expresó.+