Valencia: sacerdote argentino describe el panorama desolador tras las inundaciones
- 8 de noviembre, 2024
- Valencia (España) (AICA)
AICA dialogó con el presbítero Gustavo Riveiro, párroco de San Jorge, en la localidad de Paiporta, una de las zonas de esa provincia española más afectadas por la DANA.
La provincia española de Valencia vivió unos de los desastres naturales más grandes de su historia hace algunos días luego de que las lluvias intensas provocaran inundaciones masivas en regiones, ciudades y pueblos.
Dentro de ese contexto, una de las comunidades más afectadas fue el Municipio de Paiporta, donde se encuentra la parroquia San Jorge, cuyo párroco es el presbítero Gustavo Riveiro, integrante de un organismo dedicado al Turismo en la Conferencia Episcopal Española (CEE).
El sacerdote, oriundo de la Argentina y párroco de esta comunidad desde hace seis años, habló con AICA y recordó que el templo es el más antiguo, la iglesia madre, que data de 1754.
Explicó que "si bien esta es la zona más alta del pueblo, que está atravesado por un barranco que es un cauce seco y profundo de unos 100 metros de ancho, no se pudo contener la masividad y agresividad del agua".
El padre Riveiro señaló que "me enteré de algo que desconocía y que por las informaciones que han salido en los últimos días, es que hace muchos años hay programada una obra hidráulica en Paiporta que en este caso hubiera servido como tapón y no hubiéramos tenido este desastre de tal magnitud".
"Por la celebridad de nuestros políticos que discuten y se pelean pero no por el bien de la gente, nunca hicieron esas obras", lamentó.
El sacerdote reconoció que "si bien a nosotros nos pegó más fuerte la inundación", hay unas 220 personas fallecidas en la provincia de Valencia, que cuenta con unos tres millones de habitantes.
Especificó que del total de muertos, 100 son de Paiporta; y aclaró que aún existe un número no cuantificable de desaparecidos y unas 62 personas fallecidas sin identificar.
También comentó que "hay partes del pueblo que son antiguas y tienen casas de planta baja, asentadas en barro, y muchas personas quedaron atrapadas en ellas".
El presbítero recordó cómo fueron los primeros días luego de que el agua comenzara a bajar: "Yo pasé con una pala tres días, porque no tuvimos acompañamiento de las autoridades hasta que llegó el Ejército de forma masiva. Ya llevamos ocho días en los que tenemos que utilizar máscaras, guantes y varios elementos de protección por la contaminación que trajo la inundación".
A pesar de las circunstancias, el sacerdote admitió que la solidaridad de la gente desde varios puntos cercanos a la ciudad y de otras provincias y regiones "ha sido fabulosa, estamos ahora en la cresta de la ola afortunadamente y estamos sobrepasados de alimentos, de elementos de higiene y les pedimos que por el momento no nos envíen más, ya que no tenemos lugar para almacenarlos".
Riveiro dijo que "muchos medios de diversos países vinieron acá y la verdadera historia comenzará ahora, cuando se iniciará la reconstrucción. Nosotros estamos metidos en medio de la gente, como la Iglesia lo ha hecho siempre".
"En nuestra parroquia los libros parroquiales se salvaron, pero nuestros autos, como tantos otros que la corriente los arrastraba como papelitos, quedaron destruidos, como muchos locales, casas y diversos espacios. Aquí por el momento es una utopía poder comprar un kilo de arroz", enfatizó.
El sacerdote aseguró que con la municipalidad "tenemos una relación muy estrecha de trabajo, muy cercana" y agradeció a los reyes de España, "que son muy amados y respetados por las personas y que estuvieron aquí conteniendo y rodeados de gente, llorando con ella durante varias horas; también estuvo la alcaldesa de Paiporta que es un encanto".
"Con el partido socialista trabajamos siempre en cuestiones sociales, con Cáritas, son muy dialoguistas", manifestó.
Buscando llevar un mensaje esperanzador a los habitantes de ese municipio, como también a los valencianos, el párroco aseguró que los cristianos "hemos aprendido de nuestro único maestro a sacar bien del mal. Esa esa una de las enseñanzas de Jesús, que de la cruz sacó la salvación, entonces aún del horror de la muerte saca la vida".
"Yo creo que esto es una posibilidad y un desafío muy grande para ver cómo seguimos construyendo la vida, el mundo, las relaciones interpersonales, la sociedad y ver a dónde colocamos las cosas", subrayó.
Finalmente, comentó que en el Día de Todos los Santos, que se celebra el 1° de noviembre, Paiporta "fue invadida literalmente por un ejército de jóvenes, la mayoría universitarios, que venían caminando desde Valencia por unos puentes peatonales con palas al hombro y botellas de agua. Ellos ayudaron a vaciar la Iglesia con baldes, porque no conseguíamos una bomba de achique y había medio metro de agua".+