Mons. Giobando presidió las fiestas patronales en el santuario de Schoenstatt
- 23 de octubre, 2024
- Mar del Plata (Buenos Aires) (AICA)
Cientos de devotos y peregrinos se congregaron, el pasado sábado 19 de octubre, en el santuario de las Nuevas Playas, donde el administrador apostólico de Mar del Plata presidió una misa.
El santuario de las Nuevas Playas, ubicado en Mar del Plata y dedicado a Nuestra Señora de Schoenstatt, celebró su fiesta patronal con la presencia del administrador apostólico, monseñor Ernesto Giobando SJ, y cientos de devotos y peregrinos. Fue el pasado sábado 19 de octubre, un día después del 110° aniversario de la primera "alianza de amor", que sellaran los primeros congregantes en el santuario original de Alemania.
La celebración comenzó con una procesión que salió desde el santuario marplatense, ubicado en Fray Luis Beltrán al 7600, del Barrio Las Dalias. Junto a una imagen de Nuestra Señora de Schoenstatt, la caravana recorrió algunas calles de la zona. Ya de regreso en el santuario, tuvo lugar la Eucaristía, que presidió el administrador apostólico y concelebraron el asesor diocesano del movimiento de Schoenstatt, presbítero Juan Cruz Mennilli, y el presbítero Tomás de la Riva.
Monseñor Giobando destacó que "los santuarios de Schoenstatt son quizás los más pequeños, pero en ellos se hacen grandes nuestro corazón, nuestras familias, por lo que esa pequeñez se multiplica y todos podemos alimentarnos de ella."
Comentando el Evangelio proclamado ese día, explicó que "Jesús enseña con su propia vida cuál es la dinámica de la autoridad en la Iglesia, o en una familia cristiana: el que tiene más autoridad, que se ponga a servir, que es el verbo que junto con 'amar' tenemos que conjugar a lo largo de la vida."
"María también nos enseña a servir, porque en su cántico, el Magnificat, dice que el Señor miró con bondad la pequeñez de su servidora", afirmó el administrador, y se preguntó: "¿Dónde aprendió Jesús el ejemplo humano de servicio y cercanía?", a lo que respondió: "En Nazaret, con la más grande de las mujeres, pero que servía desde lo humilde, como las madres, cuyo día hoy celebramos, y que son reinas en el hogar, pero también servidoras en lo sencillo de la vida".
Y concluyó pidiendo "que estos ejemplos nos ayuden a ser servidores en un mundo que busca prestigio, que busca fama: la mundanidad de querer ocupar los primeros puestos, que después cuesta soltar."
"Que María nos conceda la gracia del servicio humilde y que, junto a ella, podamos alabar a Jesús en este día, en que la familia de Schoenstatt se acerca a los pies de la Madre para renovar la alianza de amor", finalizó monseñor Giobando.+