UCA: El cardenal José Tolentino de Mendonça recibió el doctorado honoris causa

  • 22 de agosto, 2024
  • Buenos Aires (AICA)
En su visita al país, el prefecto del Dicasterio para la Cultura y la Educación de la Santa Sede fue distinguido por esa casa de altos estudios.

La Universidad Católica Argentina (UCA) otorgó este jueves 22 de agosto el doctorado honoris causa al cardenal José Tolentino de Mendonça, prefecto del Dicasterio para la Cultura y la Educación de la Santa Sede, por su importante trayectoria eclesiástica y académica, su pastoral sacerdotal y humana, así como su aporte significativo en el campo de las ciencias, las artes, la cultura y la educación. 

El acto, que tuvo lugar en el auditorio San Agustín del Campus Puerto Madero, fue encabezado por el rector de la universidad, Miguel Ángel Schiavone, y el decano de la Facultad de Teología, presbítero Carlos Galli, en presencia además de las autoridades de esa casa de altos estudios, docentes y alumnos. 

Estuvieron también presentes en el acto el nuncio apostólico, monseñor Miroslaw Adamczykel presidente de la Conferencia Episcopal Argentina (CEA), monseñor Oscar Ojea; el secretario general del Episcopado, monseñor Alberto Bochatey OSAlos obispos miembros de la Comisión Episcopal de Educación, cardenal Mario Poli y monseñor Jorge Gonzálezel obispo auxiliar de Buenos Aires y vicario general, monseñor Gustavo Carrarael embajador de Portugal, los decanos de las distintas facultades de la UCA y directores de los institutos, entre otras autoridades.

En tanto, el arzobispo de Buenos Aires y gran canciller de esa institución académica, monseñor Jorge García Cuerva, envió un saludo grabado desde Roma. 

Al inicio de la jornada, la alumna de la Facultad de Artes y Ciencias Musicales, Camila Lannert, ofreció un concierto de piano, mientras que la doctora Magdalena Cámpora, docente de la Facultad de Filosofía y Letras, leyó un poema de la autoría de Tolentino de Mendonça, "Escuela del silencio". 


"La alegría es grande porque sabemos de su protagonismo en el mundo de las letras, cultura y educación", afirmó Mons. García Cuerva, en referencia al purpurado. "La expectativa es grande porque sabemos que la educación puede sacarnos del núcleo duro de la pobreza. La educación es un acto de esperanza para esta Argentina que tanto amamos y tanto nos duele", agregó, en relación con el contexto del país. 

A su término, el rector de la UCA realizó un repaso por la trayectoria del prefecto de la Santa Sede y remarcó que el doctorado honoris causa es la máxima distinción que otorga la universidad. "Este es un reconocimiento a las huellas que se han dejado en la sociedad, no a los pasos que se han dado", señaló Schiavone. 

Tras destacar las múltiples facetas del "cardenal poeta", incluida su "visión aggiornada de la educación católica, en especial, de la educación universitaria", el rector concluyó: "Este título que hoy le otorgamos al cardenal debe ser interpretado por toda nuestra comunidad como una fuente de inspiración". 

Acto seguido, el vicerrector de Formación Integral, presbítero Gustavo Boquin, bendijo el diploma y la placa del doctorado honoris causa, mientras que el vicerrector de Asuntos Académicos, Gabriel Limodio, leyó la resolución del Consejo Superior de la UCA en la que se decidió el reconocimiento al cardenal De Mendonça. 

Finalmente, el rector Schiavone hizo entrega de la distinción. 


La laudatio estuvo a cargo de Galli, quien expresó su "gratitud al hermano, colega y maestro", e invitó a profundizar en su personalidad y aporte académico. "Subrayo, en primer lugar, que es un cristiano cuya dignidad mayor, como la nuestra es ser hijo de Dios y hermano de todos", reflexionó el sacerdote. 

Luego de resaltar las tareas pastorales y académicas del prefecto de la Santa Sede, compartió que también "es un hombre que ama los libros, las librerías y las bibliotecas", un biblista y un "ensayista, teólogo o místico". "El cardenal nos recuerda que las lágrimas son una forma de rezar, y al mismo tiempo nos regala su sonrisa", agregó Galli.

Y finalizó: "Como prefecto, conoce desde adentro la vida universitaria que nos une, y ha presidido y acompañado la misión de las universidades católicas. Tu servicio, José, nos llena de esperanza". 

Seguidamente, De Mendonça se dirigió al público y respondió las preguntas del alumnado de la UCA. "Este momento de escuchar y crecer con sus preguntas es un momento que me ilusiona mucho. Escucharlos es para mí un privilegio muy grande", afirmó ante la consulta del estudiante de Teología, José Romero, y añadió: "Vivimos en un tiempo que no solo es un tiempo con muchos cambios, sino que es un cambio de tiempo y un cambio de época. Mi palabra a las nuevas generaciones es una palabra de esperanza. Esto es como un parto, un nuevo mundo está naciendo". 

En segundo lugar, Manuel Romero, de la carrera de Letras, le consultó sobre su vocación como poeta en relación con su labor teológica y pastoral. "La poesía es el lenguaje de Dios, porque Dios nos habla indirectamente, y la poesía y la literatura también nos hablan indirectamente con metáforas, parábolas y símbolos", contestó el cardenal.  

"Este mes, el Papa Francisco escribió una carta muy hermosa, en la que habla de la importancia de la literatura en su formación y en la formación de todas las personas, y cita a (Jorge Luis) Borges. La literatura es una escuela de escucha, para la mirada, para nuestra sensibilidad porque nos abre a muchos otros mundos. Cuando leemos, el horizonte de nuestro mundo se alarga", rememoró Tolentino, ocasión en la que afirmó: "Las dos vocaciones, la poética y la sacerdotal, al final son la misma". 


Felicitas Piccoli, alumna de Relaciones Internacionales, indagó sobre los desafíos en la educación en un mundo globalizado y dividido. "La educación es una causa común, no pueden ser solo las escuelas las responsables de la educación, sino que es necesaria toda la sociedad. Por eso, el Santo Padre convocó a todos los líderes para hacer juntos este camino. Necesitamos de las familias, de las grandes instituciones sociales, de mucho diálogo para poder realizar esta tarea", replicó. 

Ante la cuarta pregunta, formulada por María Guadalupe Lima, estudiante de Letras, De Mendonça sostuvo: "La responsabilidad por la palabra es una cosa que está muy presenta en el cristianismo. Un día me preguntaron cuál fue la más grande invención humana, yo respondí la palabra. Nosotros inventamos las palabras para pasar información. Otra teoría dice que las inventamos para orientarnos a nosotros mismos. Una lingüista americana defiende que las inventamos cuando éramos niños, y que las palabras en ese momento eran sonidos". Al respecto, afirmó que adhiere a esta última teoría: "La palabra es la garantía de que no estamos solos". 

En quinto lugar, Fiorella Chiaravalloti Giusti, estudiante de Comunicación Periodística, le consultó por las cuestiones que el periodismo no debe dejar de hablar. "Los comunicadores tienen un papel fundamental, ustedes están comprometidos a contar la verdad y la realidad en un tiempo de fake news y posverdad. Como tenemos hambre de pan, tenemos hambre de historias", dijo, y señaló que el rol del periodismo es clave "para retirar del anonimato las vidas de los pobres, darles dignidad, contar sus historias". 

Por último, la alumna del Profesorado en Educación Primaria, Bianca Ribon, y el alumno de Teología, Juan Ignacio Pietrodarca, preguntaron por el tipo de docente que necesita el mundo hoy y sobre la educación de la persona moderna:

"Es importante reconocer el papel de los profesores, su papel social, su dignidad, su gran contribución al desarrollo de nuestras humanidades", aseveró De Mendonça, quien enfatizó que las facultades de teología "son el corazón de la universidad, deben estar en las universidades y ayudar a las otras ciencias. La teología es una lente, nos da tanto conocimiento de la ciencia y de la vida". 

En ese sentido, De Mendonça agradeció particularmente la distinción de la UCA y concluyó: "En una universidad pontificia, la presencia de la Teología es verdaderamente esencial, está en el corazón de la universidad, y gracia a Dios esto acontece en la UCA". 

Al final del acto, el cardenal De Mendonça presidió la misa de acción de gracias en la capilla contigua al salón auditorio, que fue concelebrada por monseñor Adamczyk y monseñor Carrara.