Nueve de Julio: fiestas patronales de la Virgen del Carmen en varias parroquias

  • 23 de julio, 2024
  • Nueve de Julio (Buenos Aires) (AICA)
"El escapulario de la Virgen del Carmen nos evoca la imagen de la madre que cubre, protege y ampara a sus hijos con delicadeza y ternura", afirmó el obispo diocesano, Mons. Ariel Torrado Mosconi.

Con motivo de las fiestas patronales de Nuestra Señora del Carmen, las parroquias de Carlos Casares, Facundo Quiroga, Carlos Pellegrini y General Villegas, así como un buen número de capillas y ermitas que pertenecen a la diócesis de Nueve de Julio, celebraron a esa advocación mariana. En la antesala de esa fiesta patronal, que se celebró el 14 de julio, se rezó una novena y también hubo un triduo preparatorio.

En ese marco, el obispo, monseñor Ariel Torrado Mosconi, visitó la comunidad de Dennehy, ubicada dentro de esa jurisdicción eclesiástica, cuya capilla tiene a la Virgen del Carmen como patrona. Acompañado por el presbítero Alcides Valverde, el prelado encabezó la procesión y presidió la Eucaristía, de la cual participaron varios lugareños y ex habitantes del lugar, que cada año se acercan con motivo de la fiesta.

En la tarde de ese día, monseñor Torrado Mosconi presidió la santa misa en el templo parroquial de Carlos Casares, junto al párroco, presbítero Horacio Lento, y la presencia de varios fieles, tanto en la procesión como en la celebración eucarística. 

A la luz de los textos bíblicos y relacionándolos con la preparación a la fiesta patronal, exhortó y animó a la comunidad parroquial a "redescubrirse" y "seguir adelante en el camino evangelizador, tomando como guía las palabras mismas de Jesús en el Evangelio".

               

Por otra parte, el martes 16 por la mañana, el diocesano encabezó la celebración de la misa en el Carmelo de San José, de la ciudad de Nueve de Julio.

En la homilía, tomando tres imágenes -el desierto, la pequeña nube y la lluvia torrencial- de los textos bíblicos proclamados, invitó a "descubrir el desierto de la propia vida y el de la sociedad, para hacernos cargo tanto de la esterilidad de la existencia, como de la sed como figura de la búsqueda espiritual que hay en nuestro tiempo". 

"La pequeña nube simboliza la esperanza que porta la comunidad cristiana, porque hace posible el encuentro con Dios y nos trae sus dones. La lluvia torrencial es la nueva vida y todo lo que ella hace posible cuando Dios mismo ha fecundado la existencia", agregó.

En las primeras horas de la tarde, el obispo encabezó la procesión y presidió la Eucaristía en la Iglesia de General Villegas. En su mensaje, convocó a la comunidad a "sentirse y saberse familia de Dios, tomando siempre como modelo a María y confiando en su intercesión, para ir madurando en la comunión y trabajando en la misión".

En cada una de las comunidades, se refirió también al signo del escapulario que, por una larga y extendida tradición, se bendice y se impone en la fiesta patronal. El escapulario -dijo- nos ayuda a sentir la presencia maternal de María quien, como buena madre, cubre, protege y ampara tiernamente a sus hijos".+