Mons. García Cuerva destacó la fe 'audaz' de los mártires palotinos

  • 5 de julio, 2024
  • Buenos Aires (AICA)
El arzobispo porteño presidió la misa en memoria de los religiosos asesinados, y aseguró que "la entrega para dar vida a los otros" fue la misión de ellos hace 48 años y es hoy también la nuestra.

El arzobispo de Buenos Aires, monseñor Jorge García Cuerva, destacó la fe "audaz" de los sacerdotes palotinos Alfredo Leaden, Pedro Dufau y Alfredo Kelly, y de los seminaristas Salvador Barbeito y Emilio Barletti. Lo hizo durante la homilía de la misa en memoria de los mártires palotinos masacrados hace 48 años en la parroquia San Patricio, del barrio porteño de Villa Urquiza.

"Su fe también llamó la atención en su momento histórico y lo sigue haciendo hoy, 48 años después. Una fe muy centrada en Jesús; por eso, la insistencia del padre Dufau en la oración como 'modo para comunicarse con el Señor'", puntualizó, citando a uno de los religiosos palotinos asesinados.

El arzobispo porteño apeló a citas textuales del hoy Papa Francisco, de san Óscar Romero y de los mismos mártires palotinos, para describir la fe de los religiosos asesinados como "comunitaria" y "comprometida con su tiempo, como decía Salvador Barbeito".  

"Una fe audaz, pero no valiente como los súper héroes de historieta; una fe muy humana, con las fragilidades y vulnerabilidades que todos tenemos; expresada de una manera tan conmovedora por el padre Kelly, tres días antes del asesinato", recordó.

Y citó al sacerdote palotino: "He tenido una de las más profundas experiencias en la oración. Durante la mañana, me di cuenta de la gravedad de la calumnia que está circulando acerca de mí. A lo largo del dí,a he estado percibiendo el peligro en que está mi vida. Por la noche, he orado intensamente; al finalizar, no he sabido mucho más. Creo sí que he estado más calmo y tranquilo frente a la posibilidad de la muerte. Lloré mucho, pero lloré suplicando al Señor que la riqueza de su gracia, que me ha dado para vivir, acompañara a aquellos a quienes he tratado de amar; recordé también a los que han recibido gracias a través de mi intención; lloré mucho por tener que dejarlos. Nunca he dudado de que fue Él quien me concedió la gracia".


Continuando con la reflexión sobre el texto del Evangelio sobre el perdón de los pecados del paralitico, el arquidiocesano recordó que "Jesús le dice: 'Levántate'. Lo anima a ponerse de pie y a caminar".

"Levántate, como esa alfombra roja, color sangre, levantada orgullosamente en el oratorio, con las marcas de las balas que traspasaron los cuerpos de nuestros hermanos, a quienes hoy recordamos. Ponete de pie, a pesar de las dificultades; de pie, defendiendo la verdad y la justicia; de pie, aunque las piernas duelan y las parálisis nos parezcan ganar. De pie, como Alfredo, Pedro, Alfie, Salvador y Emilio que, con su sangre, fecundaron nuestra Iglesia. De pie, como María al pie de la cruz", aseguró. 

"Porque ellos encarnaron las palabras del documento de Aparecida, cuando dice: 'La vida se acrecienta dándola y se debilita en el aislamiento y la comodidad'. Se vive mucho mejor cuando tenemos libertad interior para darlo todo: 'Quien aprecie su vida terrena, la perderá'. Aquí descubrimos otra ley profunda de la realidad: que la vida se alcanza y madura a medida que se la entrega para dar vida a los otros. Eso es, en definitiva, la misión", enfatizó.

Monseñor García Cuerva concluyó sosteniendo: "Esa fue su misión, hace 48 años. Esa es hoy también nuestra misión, dar la vida".

La misa en memoria de los mártires palotinos en la parroquia de San Patricio fue concelebrada por el arzobispo de San Juan de Cuyo, monseñor Jorge Lozano; el obispo auxiliar de Buenos Aires, monseñor Alejandro Giorgi; y una veintena de sacerdotes.+

-> Texto completo de la homilía