Alegría en la diócesis de San Luis por dos nuevos sacerdotes
- 1 de julio, 2024
- San Luis (AICA)
Los neopresbíteros Luis Castro y Nicolás Figueroa fueron ordenados por el obispo diocesano, Mons. Gabriel Barba, quien los animó a "servir con hechos, sin la necesidad de palabras".
En la solemnidad de San Pedro y San Pablo, la diócesis de San Luis celebró la ordenación de dos nuevos sacerdotes durante una celebración eucarística presidida por el obispo diocesano, monseñor Gabriel Barba, quien confirió el presbiterado a los diáconos Luis Castro y Nicolás Figueroa.
Concelebraron la misa los sacerdotes del clero de la provincia, y participaron fieles de las comunidades parroquiales, junto con familiares de los ordenandos. El padre Luis Castro es oriundo de La Toma, mientras que el padre Nicolás Figueroa nació en La Pampa.
En la homilía, el prelado recordó a los neosacerdotes: "Cuánto han esperado este momento, y ¡ha llegado! Es un final, pero, sobre todo, un inicio. Inicio de un ministerio al servicio de la Iglesia, en esta diócesis de San Luis. Un tiempo y una vida nuevos para ustedes, que recién comienza".
"La realidad -dijo- los va a superar. Lo que irán viviendo excederá muchas veces sus límites y capacidades. Nunca deberán olvidar el llamado primero, por el cual han dejado todo para seguir a Cristo. Como la vid y los sarmientos, nunca deberán separarse de Jesús, quien será su verdadero sostén". "Deberán volver a Cristo permanentemente, en un camino que nunca se acaba, al menos, terrenalmente hablando, hasta el momento tan deseado, de llegar a estar cara a cara frente a Dios", agregó.
Además, les recordó que el Orden Sagrado "que hoy reciben los pone en la primera línea de servicio. No están llamados para ser servidos, sino para servir, y esto se debe notar en los hechos, sin la necesidad de palabras", señaló. "Nunca olviden que las palabras iluminan, pero las acciones arrastran; y, sobre todo en estos tiempos que estamos viviendo, donde muchos aportan, hablan y opinan, solo convence lo testimoniado con la propia vida", subrayó.
Y manifestó: "Servirán a toda la Iglesia, desde esta Iglesia particular de San Luis. Como venimos trabajando desde su particular formación, hoy los invitamos a que vayan construyendo juntos un sacerdocio fraterno, no aislado. Creo que este será el gran signo que necesitamos en nuestra Iglesia particular: sacerdotes que sean signos de fraternidad".
Finalmente, el obispo les recordó que la Virgen María, a lo largo de toda su vida, ha acompañado al Cura Brochero, desde el rezo mismo del Rosario cotidiano, como así también bajo la luz de la Palabra, que presenta a María como Madre de Cristo y Madre nuestra".
"Que la Virgen reine en sus corazones y que los ayude también, con su ejemplo e intercesión, a ser fieles cada día, hasta el final", les deseó para terminar.+