Catequesis del Papa: el Espíritu Santo hace viva y activa la Escritura
- 12 de junio, 2024
- Ciudad del Vaticano (AICA)
Francisco continuó su catequesis sobre el Espíritu Santo, inspirador de la Sagrada Escritura, y añadió una indicación para los sacerdotes: las homilías deben ser breves, "no más de 8 minutos".
El Espíritu Santo no sólo inspira la Sagrada Escritura, sino que también "la hace inspiradora", dijo el Papa Francisco en la audiencia general de este miércoles 12 de junio, celebrada en la Plaza de San Pedro ante miles de peregrinos de todo el mundo.
Después de reflexionar sobre la obra del Espíritu Santo en la creación, tema de la catequesis de la semana pasada, durante la audiencia general de hoy, el Papa habló de la presencia del Espíritu en la "revelación", de la que la Sagrada Escritura es "testimonio autorizado".
Hay muchos pasajes en el Nuevo Testamento que afirman la inspiración divina de los textos bíblicos. Francisco cita a San Pablo, que escribe: "Toda Escritura está inspirada por Dios". Lo cual es, subrayó, un artículo de fe que repetimos en el Credo, y añadió: "El Espíritu Santo, que inspiró las Escrituras, es también Quien las explica y las hace perpetuamente vivas y activas".
"Las Sagradas Escrituras, inspiradas por Dios -dice el Concilio Vaticano II- y escritas de una vez por todas, comunican inmutablemente la palabra de Dios mismo", mientras que a la Iglesia se le confía la tarea de interpretarla correctamente.
Palabras que de repente se iluminan
Así como Jesús resucitado había abierto la mente de sus discípulos para comprender las Escrituras, así el Espíritu Santo continúa haciéndolo en la Iglesia. Es algo que cada uno de nosotros puede haber experimentado.
"Puede suceder, en efecto, que un determinado pasaje de la Escritura, que hemos leído muchas veces sin especial emoción, un día lo leamos en un ambiente de fe y de oración, y de pronto ese texto se ilumina, nos habla, nos derrama luz sobre un problema que estamos viviendo, deja clara la voluntad de Dios para con nosotros en una determinada situación".
Alimentado por las Escrituras
También la Iglesia "se nutre de la lectura espiritual de la Sagrada Escritura", dijo el Papa, "es decir, de la lectura bajo la guía del Espíritu Santo que la inspira". Subrayó que "la Iglesia, Esposa de Cristo, es la intérprete autorizada del texto inspirado, la mediadora de su auténtico anuncio".
Si bien destacó el valor de la "lectio divina", la práctica de la lectura personal y meditativa de la Biblia, el Papa Francisco insistió en que "la lectura espiritual por excelencia de las Escrituras es la lectura comunitaria realizada en la liturgia, y en particular en la misa".
"Entre los muchos pasajes de la Palabra de Dios que escuchamos todos los días en la misa o en la Liturgia de las Horas, siempre hay una que está destinada especialmente a nosotros", dijo, y agregó que, cuando "es bienvenida en el corazón, puede iluminar nuestro día e inspirar nuestra oración".
Dedicar tiempo cada día a leer el Evangelio
Al respecto, el pontífice destacó la importancia de dedicar un tiempo durante el día a la lectura personal de la Biblia, a meditar un pasaje, a escuchar la Palabra, y por eso recomendó: "Tengan siempre un Evangelio de bolsillo y llévenlo en el bolso, en los bolsillos... Así, cuando viajes o cuando tengas un poco de libertad, lo tomas y lees algo. Esto es muy importante para la vida. Toma un Evangelio de bolsillo y durante el día léelo una o dos veces, cuando se pueda", aconsejó el Santo Padre.
Que la homilía en la misa sea breve
Pero "la lectura espiritual de la Escritura por excelencia -continúa el Papa- es la lectura comunitaria", que se hace en particular en la Misa. La homilía debe ayudar a traducir la Palabra de Dios en la vida de los creyentes. Pero recomienda que sea breve:
"La homilía no debe pasar de los ocho minutos, porque con el tiempo se pierde la atención y la gente se queda dormida, y tiene razón. Una homilía debe ser así. Y esto se lo quiero decir a los sacerdotes, que hablan mucho, muchas veces, y no está claro de qué hablan. Homilía corta: un pensamiento, un sentimiento y una 'cosa' de acción, de cómo hacerlo".
El amor de Dios en el corazón de las Escrituras
El Santo Padre concluyó su catequesis con "un pensamiento que puede ayudarnos a enamorarnos de la Palabra de Dios". Citando a san Agustín y san Gregorio Magno, dijo que la Escritura es como una carta de Dios a sus criaturas, que no hace más que hablar de la abundancia del amor de Dios.
Y oró: "Que el Espíritu Santo, que inspiró las Escrituras y ahora respira con ellas, nos ayude a captar este amor de Dios en las situaciones concretas de nuestra vida".+