México: preocupa a los obispos las recientes medidas migratorias de los Estados Unidos
- 11 de junio, 2024
- Ciudad Juárez (México) (AICA)
El obispo de Ciudad Juárez y responsable de movilidad humana del episcopado mexicano, monseñor José Guadalupe Torres Campos, pidió: "No a las limitaciones de los derechos humanos de los migrantes".
La Pastoral de la Movilidad Humana (Depmh) de la Conferencia Episcopal Mexicana (Cem) asiste "con preocupación las acciones en materia de política migratoria que está implementando el Gobierno de Estados Unidos. Reconocemos el derecho de todos los países a gestionar y administrar sus fronteras, pero esto no debe ser un pretexto para limitar el derecho de las personas a buscar asilo y protección internacional", se lee en el comunicado, publicado ayer con la firma de monseñor José Guadalupe Torres Campos, obispo de Ciudad Juárez y responsable de la pastoral de movilidad humana del episcopado.
En la nota la Iglesia en México denuncia que "las nuevas políticas migratorias del gobierno estadounidense anunciadas la semana pasada dejan a la discreción de los funcionarios de inmigración estadounidenses expresar el deseo de solicitar asilo, para que, sin más trámites, sin el debido proceso y sin un estudio exhaustivo de la situación particular de cada persona, se permiten deportaciones arbitrarias sin la garantía de solicitar asilo".
"Sumado a lo anterior, agrega el comunicado, el Gobierno mexicano continúa recibiendo personas deportadas desde Estados Unidos, lo que coloca a migrantes y refugiados en una situación de vulnerabilidad, ya que no existen circunstancias o condiciones que garanticen el respeto al ejercicio de sus derechos humanos. La frontera entre México y Estados Unidos sigue siendo un lugar de dolor, sufrimiento y peligro para los migrantes y las personas que necesitan protección internacional".
Monseñor Torres Campos está convencido que "los desafíos a la hora de abordar a los migrantes y refugiados no deben estar impulsados por presiones electorales o políticas, y que la gestión de fronteras debe garantizar una migración ordenada, segura y regular, y no debe servir como pretexto para la militarización y el comportamiento arbitrario contra las personas en el contexto de la movilidad".
El llamamiento episcopal concluye: "Pedimos a los gobiernos de México y Estados Unidos que antepongan los derechos humanos de las personas migrantes y necesitadas de protección internacional, respetando el principio de no devolución para solicitantes de asilo, la unidad familiar y el respeto a su dignidad, guiados desde la Palabra de Dios, que nos recuerda que todos somos migrantes".
Casi medio millón de migrantes en 54 albergues
El reporte anual de la Depmh del año pasado informa que en los 54 centros de atención a personas en movilidad de la Iglesia católica, el año pasado fueron atendidos casi medio millón de migrantes (499 mil 995).
El documento desglosa que del total, 17 mil 213 son mexicanos, y subraya que 2023 fue el año con mayores registros en las casas del migrante, albergues y parroquias de la Iglesia católica, como consecuencia de la presión del gobierno de Estados Unidos hacia México para contener los flujos migratorios.
También señala que las largas estancias se relacionan con que el Instituto Nacional de Migración (INM) y la Comisión Mexicana de Ayuda a Refugiados (Comar) mostraron falta de coordinación alarmante y negligente con otros órganos de la administración federal y los gobiernos locales. Lo anterior impactó en la gestión migratoria, dejando a las personas migrantes y refugiadas sin posibilidad de contar con documentación o regularización de su situación, lamenta.
Los albergues con más personas atendidas fueron el Centro Social Católico Santiago Apóstol de la Parroquia de Nuestra Señora de Fátima en Torreón, Coahuila, con casi 130 mil personas acogidas, y las casas del migrante en Ciudad Juárez, con 98 mil 447, y San Juan Diego Cuauhtlatoatzin, en Huehuetoca, estado de México, con más de 74 mil.
El corredor migratorio entre México y Estados Unidos es el de mayor flujo a escala global, con 10.9 millones de personas en movilidad.
El reporte advierte que 2023 fue un año de abundantes retos para la Iglesia católica en su labor de atención a personas migrantes y refugiadas. Añade que los números son elocuentes para ilustrar la complicada coyuntura: 566.361 migrantes fueron detenidos en territorio nacional, 215.815 deportados, fueron repatriados 214.849 mexicanos desde los Estados Unidos, 141.053 solicitudes de reconocimiento de la condición de refugiados y sólo 28.534 reconocidos como tales.+