Mons. Olivera recuerda al siervo de Dios Argentino del Valle Larrabure

  • 4 de junio, 2024
  • Buenos Aires (AICA)
El obispo castrense invitó a la comunidad diocesana a rezar con confianza por la pronta beatificación de este "hombre de Dios, hombre de nuestra Patria, hombre de la Iglesia".

En una carta dirigida a la comunidad diocesana, el obispo castrense, monseñor Santiago Olivera, explica que será el padre Rubén Bonacina, postulador diocesano de la causa de canonización, quien presidirá el 6 de junio la misa en la parroquia Luján Castrense, para dar gracias a Dios por la vida del siervo de Dios, el coronel Argentino del Valle Larrabure

“Un hombre fuerte y frágil, un hombre que pudo testimoniar hasta el fin, hasta el extremo, su amor a Dios y su amor al prójimo, que bien quedó plasmado en aquella expresión suya: “Mi intención no es el insulto ni formular personalismo. Más bien, me impulsa a escribir este cautiverio que me sume en las sombras, pero inundó de luz. Mi palabra es breve, sencilla y humilde; se trata de perdón y que mi invocación alcance con su perdón a quienes están sumidos en las sombras de ideas exóticas, foráneas, que alientan a la destrucción para construir un ‘mundo feliz’ sobre las ruinas’”, recordó.

El obispo consideró que “el mensaje del coronel Argentino del Valle, es un mensaje verdaderamente actual para nuestro tiempo de la historia. Por eso quiero invitarlos a que renovemos nuestra fe en Dios, nuestra misión y nuestra vocación siendo testigos de la paz”.

“Al coronel Larrabure le tocó vivir en un marco histórico, donde la democracia se veía atacada por muchos actos de violencia, violencia que padeció en carne propia hasta llevarlo a la muerte y, en ese contexto, él llamó y promovió al perdón y a la paz: ‘Al pueblo argentino, dirigentes y dirigidos, para que la sangre inútilmente derramada los conmueva a la reflexión para dilucidar y determinar con claridad que somos hombres capaces de modelar nuestro destino, sin amparo de ideas y formas de vidas foráneas totalmente ajenas a la formación del hombre argentino”, graficó.

Monseñor Olivera invitó a los hombres y mujeres del obispado castrense y de la familia diocesana a conocer la vida de este siervo de Dios y le pidió a los capellanes que durante este tiempo “renovemos nuestra oración pidiendo al Señor- para gloria suya y si es de su voluntad- que pronto pueda ser reconocido por la Iglesia como santo, en el camino previo de la beatificación, para poder tenerlo justamente como referente”.

“Referente que nos ayudará -y ayuda- en la historia y en nuestra historia de hoy a trabajar por la unidad, por el perdón y por la reconciliación. Nos ayuda a una historia que se presente completa. Él vivió en un tiempo complejo, pero solo transmitió el perdón, el encuentro y la aceptación a la voluntad de Dios, a lo que Dios le permitió vivir”, sostuvo en describirlo.

“Le pedimos a Dios, a la Virgen en la advocación de nuestra patrona la Virgen de Luján y también en la advocación de Nuestra Señora del Valle, advocación tan querida por el coronel Argentino del Valle Larrabure. Le pedimos confiados esta gracia, la de tenerlo a él, pronto en el altar de los santos; para bien de nuestra patria, para bien de nuestra Iglesia y para bien de todos”.+

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