Mons. Buenanueva: 'El bautismo nos sumerge en la vida trinitaria'
- 29 de mayo, 2024
- San Francisco (Córdoba) (AICA)
"El cristianismo, antes que moral, es gracia, regalo, don: presencia de la Trinidad en nosotros. Todo lo demás brota de esta fuente", reflexiona el obispo de San Francisco.
“San Mateo es el único evangelista que termina su evangelio con palabras de Jesús: Yo estaré siempre con ustedes”, recuerdó el obispo de San Francisco, monseñor Sergio Buenanueva, en su reflexión semanal.
Esta presencia del Señor resucitado, explicó, “es experiencia de las comunidades cristianas a lo largo del tiempo: Él está con nosotros, compartiendo con nuestras pruebas y alegrías. Él es nuestra fuerza, nuestro alivio y consuelo. Él nos anima a caminar”.
“Y con Jesús, el Hijo, vienen a nosotros el Padre y el Espíritu. El bautismo nos sumerge en la vida trinitaria. En nuestra vida todo hace referencia a la Pascua que nos ha mostrado el Rostro de Dios: todo viene del Padre por el Hijo en la unidad del Espíritu Santo; y todo vuelve al Padre por el Hijo en el Espíritu”, planteó.
La Iglesia, cada comunidad cristiana, pero también cada bautizado puede decir, con alegría, estupor y santo temor: “Dios uno y trino vive en nosotros. Somos templo en el que moran el Padre, el Hijo y el Espíritu y, desde lo más hondo de nuestra alma, nos animan y conducen”.
"Un riesgo del cristianismo, muy insidioso hoy -adviertó-, es reducir la vida cristiana a frío moralismo: ser 'buenos chicos' que cumplen los mandatos de Dios, portándose bien". "El cristianismo, antes que moral, es gracia, regalo, don: presencia de la Trinidad en nosotros. Todo lo demás brota de esta fuente”, concluyó.+