Mons. Canecín ordenó sacerdote a un joven salesiano
- 16 de mayo, 2024
- Curuzú Cuatiá (Corrientes) (AICA)
Se trata de Félix Quiroga. El obispo de Goya presidió la misa en la parroquia Don Bosco de la ciudad de Curuzú Cuatiá, y la concelebró el superior de la Inspectoría regional, P. Horacio Barbieri.
El obispo de Goya, monseñor Adolfo Canecín, ordenó sacerdote al salesiano Félix Quiroga en la parroquia Don Bosco de la ciudad de Curuzú Cuatiá, provincia de Corrientes. Concelebró la misa el padre Horacio Barbieri SBD, superior de la Inspectoría Salesiana del Norte Argentino, y asistieron familiares y amigos del ordenando, además de miembros de la Familia Salesiana y sacerdotes diocesanos.
Félix Quiroga es oriundo de San Luis y, desde enero de 2023, está en Curuzú Cuatiá con los salesianos. Eligió como lema para su sacerdocio el pasaje del Evangelio de san Juan que dice: “No hay amor más grande que dar la vida por los amigos”.
En la homilía, monseñor Canecin expresó que, “emocionados y contentos, estamos viviendo las maravillas del Señor”, y recordó: “Cuando me tocó llegar a la diócesis de Goya como obispo, en 2015, supe expresar: ´Cuando Dios y el hombre se ponen de acuerdo, ocurren maravillas´. Y, de hecho, Dios y su Hijo Jesús, el cual es verdadero Dios y verdadero hombre, se pusieron de acuerdo y aconteció la maravilla de la Pascua”.
“Dios y Félix (Quiroga) se pusieron de acuerdo también y, por eso, estamos celebrando esta ordenación sacerdotal. La iniciativa es de Dios y la respuesta es de Félix”, remarcó, y puntualizó: “Estos acontecimientos, a veces, los vivimos como algo extraordinario, siendo que es un gran desafío; pero esto, que sería lo ordinario y cotidiano, es ser testigos de las maravillas del Señor, y depende de que los hombres nos pongamos de acuerdo con el Señor”.
Más adelante, renovó su pedido a toda la diócesis de trabajar por la “cultura vocacional”, destacando que “se trata de poner en clave vocacional toda pastoral y toda actividad de la Iglesia”, y añadió: “Esto es, a mi entender, lo único y verdaderamente importante, que toda pastoral de la Iglesia esté en clave vocacional, para ayudar a cada ser humano a descubrir el sueño, el proyecto y el plan de Dios”.
“Mantengamos fija la mirada en Jesús, iniciador y consumador de nuestra fe. Vemos que la orientación fundamental de Jesús es el Padre: son sus deseos y proyectos la voluntad del Padre. Por hacer la voluntad del Padre, Jesús se orienta libre e incondicionalmente a los hombres, entregando su vida”, aseguró.
Al destacar el lema elegido por el nuevo sacerdote, animó a tener presente el texto de Jeremías, donde dice: “Daré pastores según el corazón de Dios”, porque, de alguna manera, “cada uno de los presbíteros tenemos que intentar ser un reflejo, una epifanía o una manifestación del único Buen Pastor, que es Jesús. Él es según el corazón de Dios”.
“Querido Félix, recordá siempre y con mucha gratitud a aquellos que te ayudaron a formar tu corazón sacerdotal, inspirados y centrados en Jesús, Buen Pastor. Que, al igual que Don Bosco, el oratorio sea expresión de tu corazón pastoral”, aconsejó monseñor Canecín al nuevo sacerdote.
Luego, continuó dirigiéndose al nuevo sacerdote, señalando: “Si con el paso del tiempo y por alguna circunstancia de la vida, por algo tendés a desanimarte, recordá el consejo de un gran salesiano, don Miguel Rúa, quien durante 36 años fue el colaborador más cercano de Don Bosco, en todas las etapas del desarrollo de la Congregación. ´El oratorio está en tu corazón´ -citó el obispo-, así que no hay motivos para estar triste”.
Finalmente, encomendó el sacerdocio de Félix a la Virgen María Auxiliadora: “Que Ella te acompañe siempre con su intercesión y que tu corazón siempre arda como el de los discípulos de Emaús. Que seas siempre humilde, reconociéndote vasija de barro, llevando el preciado tesoro a quien te lo pida” concluyó.
Palabras del superior salesiano y el nuevo sacerdote
El superior de la Inspectoría Salesiana del Norte Argentino dirigió, por su parte, palabras de aliento al nuevo sacerdote: "Querido Félix, la Iglesia y el pueblo de Dios esperan de todos los sacerdotes fidelidad a la vocación, que no es cumplimiento, sino que es una respuesta de amor a ese llamado del Señor y también espera de nosotros, perseverancia, porque sabemos que nos tocará pasar momentos dificiles. Esperamos que encuentres mucha felicidad y seas muy fecundo en tu camino en la Casa de Don Bosco".
Agradeció, asimismo, la presencia de la familia del padre Félix, porque “nosotros a nuestras familias las llevamos en el corazón, aunque estemos lejos en la distancia. Sentimos mucho agradecimiento, y la verdad es que los necesitamos siempre; por eso, muchas gracias por la disponibilidad de ustedes”.
Finalmente, el padre Quiroga dijo: “Muchas gracias a todos los presentes y a esta comunidad, porque acá en Curuzú Cuatiá estoy aprendiendo mucho. Gracias a mi familia, que viajó muchos kilómetros para estar acá, al Colegio de Don Bosco y a mi comunidad religiosa”.+