Mons. Olivera: 'Descubrir qué nos falta para construir una patria más justa'

  • 9 de mayo, 2024
  • Buenos Aires (AICA)
El obispo castrense presidió la Eucaristía en la fiesta de la Virgen de Luján y animó a "pedirle a María que podamos crecer en la amistad con Dios, cuidarnos como hermanos y querernos más".

El obispo castrense, monseñor Santiago Olivera, presidió el 8 de mayo la misa por la fiesta patronal de la diócesis en la parroquia Nuestra Señora de Luján castrense, en el barrio porteño de Palermo.

Concelebraron la Eucaristía el vicario general, monseñor Gustavo Acuña; el párroco del templo, monseñor Alberto Pita; y capellanes de las Fuerzas Armadas y las Fuerzas Federales de Seguridad. Participaron integrantes del del Regimiento I de Patricios, la Fanfarria de Granaderos a Caballo y fieles castrenses.

En la homilía, recordó que la oración “ayuda a descubrir los caminos de Dios, la oración prepara para dejarnos conducir lo que Dios va pidiendo para cada uno, es manifestación de nuestra fe, porque creemos rezamos y es que nos ponemos frente a la presencia de Dios. La oración pone el corazón para dejarnos transformar”. 

“Dios nos eligió, antes de la creación del mundo, para que seamos santos. Los santos no son aquellos apartados de la realidad, sino son aquellos que saben decir que sí al proyecto de Dios”, aseguró.

Monseñor Olivera animó a “pedirle a María, en este día grande de su fiesta, que podamos entonces crecer en la amistad con Dios a través de la oración que vamos por Jesucristo, que podamos crecer en el ardor misionero anunciando con nuestra vida y la palabra a los que están fuera y en nuestros ambientes anunciarles el Evangelio”.

“A María la celebramos y la recordamos en Luján en este hecho milagroso que quiso quedarse a orillas de ese río. Cuando la carreta se quedaba, muy bien interpretaron que ella quería quedarse con nosotros y entre nosotros”, enfatizó.

El prelado recordó aquella frase de María ‘Hagan lo que Jesús les diga’ y aseguró que ella “dijo esto en el contexto de las bodas de Caná, en una fiesta. Pero a veces falta en nuestras familias un poco más de diálogo, un poco más de entrega y de solidaridad. A veces falta en nuestras comunidades el cuidarnos como hermanos, el respetarnos y querernos más; a veces falta en nuestro país caminos de encuentro, de respeto. Cuántas cosas hemos perdido en nuestra patria”.

“Dirigentes que se insultan, se pelean, que no respetan tampoco la voluntad del pueblo; que no se viven actitudes bien democráticas y a veces autoritarias. Nos falta desde arriba hacia abajo”, afirmó. 

Finalmente, el obispo castrense recordó que “no hay que mirar a quién le falta sino descubrir lo que me falta para hacer una patria más justa, para hacer una familia más fraterna, para hacer una comunidad de creyentes que se reconoce por el amor”, enfatizó.+