Neuquén: Compromiso del clero y la vida consagrada con la misión y la sinodalidad
- 11 de marzo, 2024
- Neuquén (AICA)
Los ejes principales del encuentro fueron la Inteligencia Emocional y la Iglesia sinodal en misión. Participó el presidente del Episcopado, Mons. Oscar Ojea, junto con religiosos y consagradas.
Un nuevo Encuentro de Reflexión del Clero y Vida Consagrada se llevó a cabo del 4 al 7 de marzo en la casa de retiros Tres Corazones, de la diócesis Neuquén, y contó con la participaron de unas 65 personas, entre párrocos, religiosas y laicos consagrados.
Participó también el obispo de Neuquén, monseñor Fernando Croxatto, religiosas, religiosos, y, en esta oportunidad, también acompañó el presidente de la Conferencia Episcopal Argentina (CEA) y obispo de San Isidro, monseñor Oscar Ojea.
El encuentro giró en torno a dos ejes principales: "Inteligencia emocional" y "La Iglesia sinodal en misión".
La primera jornada fue de presentación, durante el segundo día se realizó un taller para la vida consagrada relacionado con la inteligencia emocional y la gestión de las emociones, a cargo de la licenciada Cintia Stuller y la psicóloga Emilce Torres. El tercer día, monseñor Ojea compartió su experiencia en la Asamblea del Sínodo de la Sinodalidad, que se desarrolló en octubre de 2023 en Roma; mientras que el último día se reflexionó sobre el camino sinodal en la Iglesia en Neuquén.
En cuanto a los desafíos a un futuro cercano, monseñor Croxatto aseguró que son “ayudar a que en nuestras comunidades mejoremos nuestros vínculos para que Dios se haga visible y presente; aportar a la segunda etapa del sínodo nuestras miradas y seguir construyendo el estilo de Iglesia sinodal, poniendo por método en todo nuestro andar la conversación en el Espíritu”.
Por su parte, en referencia al trabajo que lleva adelante la Iglesia Católica neuquina, monseñor Ojea destacó: “Veo una Iglesia que trabaja, que verdaderamente quiere ser servidora, que quiere buscar el modo de servir mejor y de desarrollarse”.
Además, el prelado sanisidrense alentó a “crecer en el amor a la diócesis y a lo heredado”, en referencia a lo realizado por los distintos obispos que presidieron esa jurisdicción eclesiástica, desde monseñor Jaime De Nevares a la actualidad. También valoró y animó a seguir impulsando la “actitud de servicio”.
En cuanto a los sacerdotes y religiosos que participaron, el presidente del Episcopado los alentó a “continuar trabajando y reuniéndose, ya que hay un camino muy grande para recorrer”, señaló.
Finalmente, se refirió al desafío de “crecer en una atmósfera que permita que muchísima más gente participe de nuestras comunidades, eliminar los obstáculos, crear los modos para que la gente se sienta libre, plena, respetada y valorada con nosotros, más allá de las condiciones de cada lugar”.+