Los catequistas de La Rioja renovaron su misión en el encuentro diocesano
- 4 de marzo, 2024
- La Rioja (AICA)
Organizada por la Pastoral Catequética Diocesana, la jornada llevó por lema "La alegría de iniciar discípulos misioneros". Tuvo lugar a fines de febrero, en la capital provincial.
Con el lema “La alegría de iniciar discípulos misioneros”, el pasado sábado 24 de febrero se llevó a cabo el Encuentro Anual Diocesano de Catequistas en la ciudad de La Rioja.
Organizada por la Pastoral Catequética Diocesana, la jornada se inició con una oración para que el Espíritu Santo ilumine e impulse a los evangelizadores siempre a proclamar la Buena Noticia. Luego, se meditó el Evangelio de la Transfiguración de Jesús y se hizo memoria agradecida “de esos momentos llenos de luz, que solo Jesús puede dar, y de tantos catequistas que dejaron una huella en el corazón”.
Mediante una serie de signos (camino, luz, agua, tierra, huellas) se dio gracias a Dios por el año transcurrido, por las gracias recibidas, por las huellas dejadas pidiendo ser luz que alumbre y dé sentido a las nuevas realidades, y "tierra fértil transformando el barro por el amor".
Por su parte, en su disertación, el presbítero José Ignacio (Pepe) Abuín, vicario de la arquidiócesis de Tucumán, invitó a reflexionar sobre el pasaje evangélico de los discípulos de Emaús. Partiendo de la pregunta “¿Qué veníamos conversando por el camino?”, animó a pensar cuáles son las preocupaciones de las comunidades, e ir descubriendo “que estamos en un cambio de época”.
A su vez, animó a romper determinados estereotipos que entorpecen la formación de iniciación cristiana, la cual tiene que ser transversal a todas las etapas de la vida, indicó, y a asumir este camino de crecimiento y maduración en la fe en un contexto comunitario, “para enriquecernos mutuamente, y aprender a escuchar y mirar al que llega a nuestras comunidades”.
La Eucaristía fue presidida por el obispo de La Rioja, monseñor Dante Braida, quien alentó los presentes a ser seguidores y misioneros de Jesús, a profundizar la vida de oración, a hacer silencio para escucharlo y a hacer crecer la vida de fe de las comunidades mediante la misión de servicio y caridad.
Finalmente, se trabajó en comunidades de catequistas por Decanato acerca de lo visto en la jornada.+