Mons. Conejero: 'La Cuaresma, oportunidad de conversión personal y comunitaria'

  • 15 de febrero, 2024
  • Formosa (Brasil) (AICA)
El obispo de Formosa aseguró que la conversión implica "un cambio profundo de vida, en nuestra manera de pensar, de sentir y, sobre todo, en nuestro modo de obrar y proceder".

En la editorial del periódico diocesano del mes de febrero, el obispo de Formosa, monseñor José Conejero Gallego, compartió su mensaje para el tiempo de Cuaresma y pidió que ese camino hacia la Pascua sea de conversión a la oración, a la caridad, “para alcanzar la verdadera libertad”.

El prelado destacó que la conversión, “además de ser una llamada y una exhortación firme y decidida, es, a la vez, un proceso o camino, tanto personal como comunitario, a un cambio profundo de vida, en nuestra manera de pensar, de sentir y, sobre todo, en nuestro modo de obrar y proceder”. 

“Si queremos que nuestra conversión sea auténtica y verdadera, hay que tener en cuenta algunas exigencias previas; es necesario el silencio y el recogimiento interior, la escucha atenta, la apertura y disponibilidad del corazón; en una palabra, desear sinceramente querer cambiar y vivir en conformidad con la voluntad de Dios”, enfatizó.

Mons. Conejero recordó que el Año Santo Jubilar 2025, que invita a vivir el Papa Francisco y que se desarrollará con el lema ‘Peregrinos de la Esperanza’, “invita a todo el Pueblo de Dios, en este año previo, a intensificar la oración contemplativa y de adoración. Consecuentemente, por tanto, la conversión de esta Cuaresma deberá estar orientada, de manera especial, a la oración”. 

“Oración cristiana fundada siempre en la Palabra de Dios, su fuente inspiradora; y así, escuchar y discernir la voluntad divina que nos conducirá, como no puede ser de otra manera, al amor a Él y a los hermanos, que es la plenitud y el fin de todo”, agregó.

Además, recordó que, en el Mensaje de Cuaresma para este año, el Pontífice “nos invita a dejarnos guiar por Dios a la verdadera libertad, liberándonos de las muchas y posibles esclavitudes que pueden estar aprisionándonos. Es necesario -nos dice- detenerse… Detenerse en oración, para acoger la Palabra de Dios, y detenerse como el samaritano, ante el hermano herido”. 

“Pero -dijo- el primer paso, ‘el éxodo de la esclavitud a la libertad’ es querer ver la realidad. En la reflexión de la oración del Ángelus del domingo 28 de enero, el propio Papa Francisco puso nombres y enumeró algunas esclavitudes actuales, a saber: las adicciones, las modas dominantes que empujan al consumismo y al hedonismo, las tentaciones y condicionamientos, el miedo y la intolerancia, la idolatría del poder… ¡Hay tantas cadenas en nuestras vidas! Pero Jesús, nuestro único salvador y liberador, nos desea la verdadera libertad y la paz, haciéndonos partícipes y compartiendo generosamente con nosotros su filiación divina, hasta el punto de invitarnos a llamar a Dios, su Padre, Padre nuestro y a ser sus hijos”.

Finalmente, el obispo de Formosa deseó que esta Cuaresma sea una “verdadera oportunidad para convertirnos, personal y comunitariamente, en nuestras comunidades, en la oración y en la caridad y, de esta manera, poder creer, celebrar, vivir y orar, con gozosa esperanza, el misterio pascual de Jesucristo, el Señor”.

“Que Nuestra Señora de Lourdes y la nueva y primera santa argentina, Mama Antula, intercedan por nosotros. ¡Buena y Santa Cuaresma 2024!", finalizó.+