El Papa: 'La Eucaristía es la piedra angular de los seminarios'
- 3 de febrero, 2024
- Ciudad del Vaticano (AICA)
Francisco recibió en audiencia a 85 seminaristas madrileños y les recordó que la Eucaristía es "el inspector más vigilante" de la vida espiritual.
En vísperas de que el cardenal José Cobo, arzobispo de Madrid, tomara posesión de su título cardenalicio en la parroquia romana de Sainte-Marie-de-Montserrat-des-Spaniards, el Papa recibió este sábado en el Vaticano a 85 seminaristas de la capital española, que habían viajado con el cardenal de 58 años. “Don José” estaba acompañado, según Francisco, “de su tesoro más preciado”: los estudiantes de su seminario.
En la Sala Clementina del Palacio Apostólico, el pontífice citó una frase de san Manuel González (1877-1940), conocido como el apóstol de los sagrarios abandonados y autor de la obra Un sueño pastoral: quería “un seminario en el que la Eucaristía fuera, en el orden educativo, el estímulo más eficaz; en el orden científico, el primer profesor y la primera asignatura; en el orden disciplinario, el inspector más vigilante; en el orden ascético, el modelo más vivo; en el orden económico, la gran providencia; y en el orden arquitectónico, la piedra angular”.
Para Francisco, el culto divino conecta todos estos puntos poniendo a Dios en el centro, de modo que Él es el fundamento, el proyecto, el arquitecto y la piedra angular.
Según ese santo español, canonizado por el Papa en 2016, “Jesús es nuestro maestro, paciente, severo, gentil y firme, nos conoce mejor que nosotros mismos, y nos espera, anima y apoya a lo largo de nuestro camino”.
“Él es nuestro mayor estímulo, porque hemos dedicado nuestra vida a seguirlo”, añadió el sucesor de Pedro, recordando la gran lección dada por Dios a la humanidad: el hecho de que se hizo carne, tierra, Hombre, humus, por amor. Y en este ámbito, no hay otro ejemplo que Él mismo.
“Jesús presentará otras virtudes y circunstancias en forma de parábolas, símiles, higos, semillas y tormentas, pero la gran lección de su vida sólo la podemos aprender de aquellos que son ‘mansos y humildes de corazón’”, destacó.
Eucaristía y ascetismo
En relación con la disciplina, el obispo de Roma aconseja “confrontarnos” cada mañana con la Eucaristía –“el inspector más vigilante”–, porque “nos hace reflexionar sobre la inutilidad de nuestras ideas mundanas, de nuestros deseos de 'crecer, de aparecer, distinguirse'”.
Después del discernimiento, el conocimiento y la vigilancia, el Papa se centró también en la ascesis: “Copiar un modelo requiere esfuerzo; hacer una obra de arte requiere inspiración, pero también trabajo. Jesús no escapa a todo esto. Debemos entrar en el desierto para que Él pueda hablar a nuestro corazón: si está lleno de mundanidad, de cosas, por muy ‘religiosas’ que sean, Dios no encontrará allí su lugar, y nosotros no lo podremos escuchar cuando Él llama a nuestra puerta”.
“El silencio, la oración, el ayuno, la penitencia y la ascesis son necesarios. para liberarse de lo que esclaviza y ser completamente de Dios”, concluyó.+