Card. Parolin: en Ucrania y Medio Oriente, se necesita fraternidad para lograr la paz

Ante los conflictos en el mundo, el Secretario de Estado insta a vivir "la esperanza contra toda esperanza", y pide esfuerzos y acciones inmediatas para limitar los daños provocados por las guerras.

Ante los conflictos en Ucrania y Medio Oriente y el recrudecimiento de la violencia, el cardenal Pietro Parolin, Secretario de Estado del Vaticano, insta a "vivir una actitud relacionada con lo que San Pablo llamaba 'esperanza contra toda esperanza'".

"Realmente, desde un punto de vista humano, me parece que hay pocas perspectivas de paz", afirma en ocasión de la presentación en Montecitorio, sede de la Camara de Diputados italiana, de "Dignitas Curae - Manifiesto por la salud del futuro".

El cardenal respondió a las preguntas de los periodistas sobre las guerras actuales y dijo que, en este momento, "las posiciones están tan distantes y son tan opuestas que no hay caminos comunes que puedan llevar a la paz".

"La paz debería llegar porque toda guerra termina, ¿no? Depende de cuánto dure y depende de cuánto destruya en términos de vidas humanas, infraestructuras, cuánto daño provoca. Ciertamente, cuanto más dure la guerra, mayores serán estos daños. Así que tenemos que ponernos manos a la obra. Nosotros intentamos, dentro de nuestras posibilidades, ayudar en este sentido", aseguró.

Renovar los organismos internacionales
Respecto a lo que muchos llaman la "impotencia" de los organismos internacionales, Parolin señala que, en estas instituciones, "se reflejan los intereses de cada una de las partes. Ninguna está dispuesta en la actualidad a renunciar a ellos para encontrar una vía común de solución. Quizás necesitarían una reforma, como hemos dicho muchas veces desde la Santa Sede, porque nacieron en una época diferente, inmediatamente después de la Segunda Guerra Mundial y en un clima de guerra fría. Quizás necesitarían encontrar nuevos tipos de expresión. Siempre es verdad lo que dice el Papa: 'Si no existe el sentido de la fraternidad humana, no se resolverá nada; el sentirse familia, donde cada uno cuida del otro y, especialmente, de quien es más débil".

En relación con el tema de la presentación, es decir la sanidad, el cardenal Parolin respondió a una pregunta sobre cómo se puede conciliar el manifiesto lanzado hoy -en el que se piden más derechos, más cuidados y más dignidad- con el proyecto de regionalismo y autonomía diferenciada en Italia, tras la aprobación del proyecto de ley en el Senado: "Tendremos que encontrar la manera de que ambos se concilien", dijo Parolin. Evidentemente, este enfoque, esta visión, debe presidir la organización de la sanidad. Porque de ello depende la dignidad de la persona y su bienestar total, físico y espiritual. Cualquier organización que se pueda pensar debe basarse en estos principios; de lo contrario, fracasa".

El problema de la atención a la población, especialmente a los más débiles y vulnerables, debe ser por tanto una prioridad. Para el Secretario de Estado, las instituciones públicas, el Estado en primer lugar, deben "responder a estas necesidades y salir al encuentro de todas las personas, que tienen el mismo derecho a ser tratadas y posiblemente curadas". La invitación es para todos, no sólo para el Gobierno: "Debemos hacer más y debemos hacerlo mejor. Esta es la invitación fundamental que nos viene del Manifiesto presentado hoy", afirma el purpurado. "Que luego el Gobierno deba hacer su parte es lógico, pero es fácil decir: 'Es cosa de otros', y que esto nos excluya de una responsabilidad que tenemos, claramente diferenciada, en este aspecto, sobre todo en cuanto al cuidado de la salud".+