El Papa, a la Orden de Malta: hagan diplomacia humanitaria con humildad
- 27 de enero, 2024
- Ciudad del Vaticano (AICA)
Francisco recibió a los miembros de la Orden, elogiando su labor de servicio a los pobres y precisando la importancia de la acción "conjunta" entre los diplomáticos y los legados pontificios.
Tuitio fidei et obsequium pauperum ("Protección de la fe y obsequio hacia los pobres"), recita la Carta Constitucional de la Soberana Orden Militar Hospitalaria de San Juan de Jerusalén, de Rodas y de Malta (SMOM). También se refiere a la caridad y la diplomacia, fusionadas, como piedras angulares sobre las que se asienta la labor casi milenaria de esa institución, cuyos embajadores han sido recibidos este sábado 27 de enero, en una audiencia realizada en la Sala del Consistorio del Palacio Apostólico, para culminar una conferencia de dos días llevada a cabo en la Villa Magistrale, en Roma, sobre geopolítica, ética y economía internacional.
En su discurso, el Papa Francisco se detiene en una expresión que considera significativa: "los señores enfermos". Es el apelativo con el que los miembros de la Orden llaman a sus huéspedes, el cual hace referencia -dice el pontífice- a la actitud de María en Betania, cuando mostró su obsequium hacia el Señor.
A cada uno, recuerda el Papa, se le encomienda esa misma tarea, con una recomendación: "Se nos pide que lo hagamos con amor y humildad, sin retórica ni ostentación". Se trata, recuerda, de poner en ello la compasión y la ternura que empleó Cristo, para quien predicación y servicio eran una misma cosa.
"La labor de ustedes no es sólo humanitaria, como la meritoria labor de tantas otras instituciones: es una acción religiosa, que da gloria a Dios sirviendo a los más débiles y testimonia la predilección del Señor por ellos", sostiene el pontífice.
Diplomacia subordinada a la Santa Sede
Francisco destaca la especificidad de la actividad diplomática que la Orden desarrolla en nada menos que 113 países y en 37 misiones ante organismos internacionales; y recuerda que el supremo moderador, bajo cuya guía se encuentra la propia Orden, por peculiares circunstancias históricas adquirió también un estatus internacional y así se establecieron las primeras "embajadas".
Esto perfila la relevancia de la Orden en el ámbito internacional, como instrumento de acción apostólica, con su subordinación, como orden religiosa, a la Santa Sede, y su obediencia al Papa, como superior supremo de todos los institutos religiosos. Por ello, es importante que entre el Representante Diplomático de la Orden y el Legado Pontificio del lugar se establezca una relación de fructífera colaboración, en una acción conjunta por el bien de la Iglesia y de la sociedad; asimismo, se debe tener presente que el vínculo de la Orden con el Papa no es una limitación de su libertad, sino una salvaguarda.
La "diplomacia humanitaria" de la Orden de Malta debe seguir ejerciéndose, reitera finalmente el Papa, bajo la dependencia de la Santa Sede. Esto no disminuye, continúa diciendo, "la importancia de vuestras representaciones diplomáticas; al contrario, hace que se comprenda aún mejor su significado, como canales de la actividad apostólica y caritativa de la Orden, abierta y generosa especialmente allí donde hay más necesidad.
"Esta peculiaridad de su diplomacia, lejos de disminuir su importancia, es un testimonio precioso, un signo elocuente también para las demás embajadas, para que también sus actividades se dirijan al bien concreto de los pueblos y tengan en gran estima a los más débiles", puntualiza el Santo Padre.+