La Iglesia en la Argentina celebra el Día de la Mujer Migrante
- 10 de enero, 2024
- Buenos Aires (AICA)
En el Día de la Mujer Migrante, que se celebra en Buenos Aires el 10 de enero, la Comisión Episcopal de Migrantes pide que se valore la dignidad y el protagonismo de la mujer en la sociedad
La Comisión Episcopal de Migrantes e Itinerantes de la Conferencia Episcopal Argentina envió un mensaje con motivo del Día de la Mujer Migrante, que se celebra cada 10 de enero en la Ciudad de Buenos Aires, pidiendo que “se valore la dignidad y el protagonismo de la mujer en nuestra sociedad y se conmemore no solo en la Ciudad de Buenos Aires sino también en todo el país”.
“Son muchas las formas de discriminación de las mujeres que son triplemente marginadas: por ser mujeres, por ser extranjeras y por ser pobres. Es preciso que se reconozca el papel insustituible de las mujeres en la sociedad”, expresaron.
A su vez, señalaron que “la mujer es la que tiene la capacidad de escuchar y entender el lenguaje simbólico del pueblo, que muchas veces habla no con palabras sino con gestos y manifestaciones, y la que sabe ponerse al hombro todos los dramas que sufrimos”.
Todos los 10 de enero se conmemora el Día de las Mujeres Migrantes en CABA, gracias a la Ley N° 4409 sancionada en 2012, después del brutal ataque hacia una madre que vino a la Argentina con el propósito de ofrecerle una mejor calidad de vida a su familia.
La Comisión Episcopal de Migrantes e Itinerantes hace votos para que se esclarezca y se haga justicia por lo sucedido con Marcelina y su hijo Joshua.
La historia de Marcelina y Joshua
Marcelina Meneses, de 30 años, viajaba en el ferrocarril Roca en Buenos Aires, Argentina, junto a su bebé de 10 meses. Antes de llegar a la estación Avellaneda (hoy Kosteki-Santillán), fueron asesinados tras ser arrojados del tren en movimiento.
El único testigo de la tragedia fue Julio César Giménez, quien declaró que después de un incidente circunstancial del roce de una bolsa, la mujer empezó a recibir insultos racistas, y varias personas se sumaron a la discusión. Giménez afirmó que escuchó la voz de un hombre hablando con otra persona: “¡Daniel, la empujaste!’”.
Después el tren se detuvo y los cuerpos de Marcelina y su hijo Joshua Alejandro Torres fueron encontrados sin vida al costado de las vías. El testimonio del único testigo no fue tenido en cuenta; él afirmó haber recibido presión por parte de la empresa de ferrocarriles TMR. Después de un tiempo el caso se cerró y continúa impune.
Este ataque xenofóbico que provocó la muerte de madre e hijo el 10 de enero del 2001 sentó un precedente sobre la condición de las mujeres migrantes. También se creó una organización que busca promover la defensa de derechos, la atención y el acompañamiento de las mujeres migrantes y sus familias.
Más información en www.cemi.org.ar.+