Mons. Margni: 'La visita pastoral es un tiempo de gracia'
- 11 de enero, 2024
- Avellaneda (Buenos Aires) (AICA)
El obispo de Avellaneda-Lanús recorrerá, en los próximos tres años, todas las parroquias de la diócesis, animando el camino de "revitalizar y fortalecer las comunidades locales".
En la fiesta del Bautismo del Señor, el obispo de Avellaneda-Lanús, monseñor Marcelo Margni, escribió una carta a la comunidad diocesana sobre las visitas pastorales que comenzará en las próximas semanas.
Con las visitas pastorales recorrerá, en los próximos tres años, todas las parroquias de la Iglesia diocesana, animando el camino de “revitalizar y fortalecer las comunidades locales” que propuso en Pentecostés de 2023.
“Con responsabilidad en la misión de pastor que se me encomienda, voy a ustedes para animarlos, acompañarlos y guiarlos en este camino”, sostiene el obispo en su mensaje, donde explica que la visita pastoral “es un momento de fraternidad y comunión, que le permite dialogar más serenamente y en profundidad con miembros de la comunidad y sus responsables pastorales”.
“Es un tiempo de discernimiento y de renovación, en el que juntos buscaremos escuchar las llamadas del Espíritu para seguir madurando como comunidades que buscan vivir y anunciar hoy la Buena Noticia”, añade.
Mirada de este modo, la visita pastoral -explica- es algo más que un simple “paso” del obispo por la parroquia y, ciertamente, algo muy distinto a un “examen” o una “supervisión” de actividades: “Es un tiempo de gracia, que fortalece nuestra comunión como iglesia diocesana y reaviva nuestra común misión de vivir, celebrar y testimoniar el Evangelio entre los hombres y las mujeres de nuestro tiempo”, destaca.
A su vez, el obispo indica que su visita tiene un horizonte bien definido: revitalizar y fortalecer las comunidades parroquiales. “Para concretar este propósito estaremos atentos a aquellos mismos tres acentos que les indicaba en la carta de Pentecostés: la centralidad del Evangelio y de su anuncio; la cercanía misericordiosa con los pobres y quienes sufren; y la conversión sinodal de nuestras expresiones comunitarias”, expuso.
En cada comunidad que visite, permanecerá algunos días para encontrarse, ante todo, con los sacerdotes, los diáconos y los dos organismos parroquiales que participan del discernimiento pastoral (consejos o juntas parroquiales, u otros semejantes) y la gestión de los bienes y recursos comunitarios (consejos de asuntos económicos).
El prelado espera también encontrarse, en particular, con los jóvenes de la parroquia, “para escuchar sus inquietudes y esperanzas y alentarlos en su camino de fe”. Y, naturalmente, un momento central de la visita será la celebración eucarística, en la que tendrá ocasión de encontrarse con todos.
“Serán días intensos. Nos sostiene la certeza de que nos acompaña el buen Pastor que prometió estar con nosotros hasta el fin de los tiempos y nos aseguró que su Espíritu estaría siempre a nuestro lado”, concluye, pidiendo que lo acompañen con la oración “en esta tarea que emprendo con alegría y con confianza”.+