Masiva participaron en la fiesta patronal de la diócesis de Concepción
- 10 de diciembre, 2023
- Concepción (Tucumán) (AICA)
El obispo, Mons. José Díaz, presidió la misa central en la que manifestó: "María es la mujer nueva que nos inspira la esperanza de una nueva humanidad".
Una multitud de fieles de la diócesis de Concepción (Tucumán) participó el viernes 8 de diciembre de la fiesta patronal en honor a la Inmaculada Concepción, que este año llevó por lema “Con María Inmaculada, hermanos y servidores de todos”.
Con peregrinaciones que partieron de las diversas comunidades que componen esa jurisdicción eclesiástica, los fieles colmaron los caminos, las rutas nacionales y provinciales rumbo al santuario de María Inmaculada, donde el obispo local, monseñor José Antonio Díaz, presidió la misa central.
En la homilía, el prelado manifestó: “Hoy todos somos peregrinos y buscamos un encuentro. Venimos a honrar a la Madre y ella nos acompaña al encuentro con Dios y los hermanos. La fe nos une y nos dinamiza. Nos hace caminar juntos, nos levanta la mirada y nos hace aspirar a bienes superiores. Por eso lo vivimos como una fiesta, por eso cantamos y nos alegramos”.
“La palabra de Dios que acabamos de escuchar -continuó el obispo- nos hace recorrer el camino de la salvación obrado en favor nuestro a pesar de nuestro error y obstinación. Para lo cual Dios escogió a María para ser la mujer nueva, prototipo de la nueva humanidad y modelo de la Iglesia”.
Monseñor Díaz reconoció que a causa de la “desobediencia original sufrimos las terribles consecuencias de las guerras, el hambre, la injusticia, el desencuentro, los atropellos a la dignidad humana, el avance desmedido del narcotráfico y la inseguridad, el tráfico de personas, leyes que atentan contra la vida de los inocentes, la contaminación, la basura, la cultura del descarte, el deterioro de la calidad de la vida humana y la degradación social, la pérdida del sentido de la vida y la búsqueda desenfrenada del bienestar por medio del consumo que deja una estela de frustraciones y tristeza fruto de un corazón cómodo y avaro que solo quiere placeres superficiales sin importar la vida del otro”.
Pero Dios -dijo-“nos ama inmensamente y por eso Pablo nos recuerda que fuimos bendecidos con toda clase de bendiciones, elegidos para ser santos e irreprochables ante él por el amor, y destinados a ser sus hijos y herederos. Es decir, Dios es fiel a pesar de nuestra infidelidad y dureza de corazón”.
El obispo de Concepción hizo luego un llamado a la esperanza: “Somos hombres y mujeres de esperanza. No nos desalentamos. Aunque estemos rodeados de males no bajamos los brazos, seguimos caminando y buscando el abrazo amoroso de Dios que nos busca incansablemente para devolvernos la dignidad de hijos que hemos perdido. Dios se hizo encontradizo en el hermano, por eso, abrazar al hermano y cuidar de él es abrazar también a Dios y dejarnos cuidar por él”, agregó.
Además, destacó que “en el colmo de este amor y esta búsqueda, Dios escoge a María para ser Madre del salvador" y destacó: “María, la nueva Eva, nuestra Madre, es la creación más bella de Dios y la convirtió en el paradigma de una humanidad nueva. Es la joven misionera que llevando a Jesús en su vientre salió de su mundo para ir a ayudar a su prima Isabel”, recordó el obispo.
De ahí que María “es la mujer nueva que nos inspira la esperanza de una nueva humanidad. Por eso hoy cantamos las maravillas obradas por Dios en María y que nos llena de esperanza, porque lo que vemos realizado en ella es promesa también para nosotros”, concluyó.
Finalmente, el prelado recordó que este domingo 10 de diciembre se cumplirán en la Argentina 40 años de vida democrática sin interrupciones. “Mucho se ha dicho acerca de esto, pero sin dudas, orientados por los datos de la realidad tenemos que reconocer que haber llegado a tan altos índices de pobreza e indigencia no es fruto de la casualidad”.
“Algo debemos haber hecho mal y necesitamos pensar qué es eso en lo que nos hemos equivocado. En algún punto del camino tomamos malas decisiones y es propio de las personas prudentes sentarse a reflexionar. Como sociedad necesitamos sentar cabeza y volver a empezar”, concluyó.
Ese día, además, la Pastoral Social diocesana realizó el encuentro por el bien común y la amistad social "a 40 años de la recuperación de la Democracia: logros, deudas y desafíos", del cual participaron el gobernador de la provincia, Osvaldo Jaldo; integrantes del gabinete, legisladores provinciales y nacionales, intendentes, delegados comunales y concejales.+