Mons. Braida transmite lo vivido en la tercera semana de la asamblea sinodal
- 20 de octubre, 2023
- La Rioja (AICA)
"Aquí se vive en un ambiente sereno, en el que hay plena libertad para hablar y discernir juntos, y eso es muy alentador", destacó el obispo de La Rioja, al hacer un balance de los temas abordados.
El obispo de La Rioja, monseñor Dante Braida, envió una carta a los delegados y delegadas de las diócesis para el camino sinodal, en la que compartió los ecos y sensaciones que se están viviendo en esta tercera semana de la asamblea sinodal, que se desarrolla en el Aula Pablo VI del Vaticano.
“Aquí se vive en un ambiente sereno, en el que hay plena libertad para hablar y discernir juntos, y eso es muy alentador”, destacó.
El prelado detalló que se concluyeron los trabajos sobre el módulo “Corresponsables en la misión”, en los que se avanzó en la búsqueda de caminos para que “los bautizados y las bautizadas respondamos al llamado a compartir los dones y las tareas en cada diócesis”.
Asimismo, subrayó que se reiteró que “una Iglesia sinodal y misionera es una Iglesia en salida a todas las periferias, para escuchar la voz de los pobres y oprimidos; y que la misión evangelizadora siempre se sustenta en la oración”.
“Muchas veces, se me hace presente el mensaje del beato Enrique Angelelli que, en su animación pastoral, insistía en la corresponsabilidad para llevar adelante la misión de la Iglesia. Corresponsabilidad de sacerdotes, laicos y representantes de la vida consagrada”, aseguró.
Monseñor Braida indicó que el miércoles se comenzó a trabajar el tercer y último módulo: “Participación, responsabilidad y autoridad”, y señaló que el jueves, quienes participan de la asamblea sinodal, fueron invitados por el Papa Francisco a un momento de oración sobre la realidad de las migraciones en el mundo.
El obispo riojano les recordó a delegados y delegados que ahora se tendrá un año entero de trabajo en vistas a la próxima sesión, durante el que habrá que “profundizar los temas que queden planteados en esta sesión”.
“La realidad es que, con este proceso, estamos aprendiendo a trabajar en sinodalidad y ya se van cosechando buenos frutos, porque todos estamos buscando la voluntad de Dios”, concluyó.+