Córdoba celebró a su patrona, Nuestra Señora del Rosario del Milagro
- 2 de octubre, 2023
- Córdoba (AICA)
Una multitud acompañó la procesión por las calles de la ciudad hasta la explanada de la catedral cordobesa, donde Mons. Ricardo Seirutti celebró la Eucaristía.
La arquidiócesis de Córdoba celebró el domingo 1º de octubre a su patrona, Nuestra Señora del Rosario del Milagro, con una convocatoria multitudinaria en la basílica de Santo Domingo y una procesión hasta la explanada de la iglesia catedral donde se celebró la misa, presidida por el obispo auxiliar de la arquidiócesis, monseñor Ricardo Seirutti.
La fiesta en honor a la patrona de Córdoba, fue presidida por una novena en la basílica de Santo Domingo y a su vez, monseñor Seirutti visitó en estos días a las comunidades parroquiales del Gran Córdoba acompañado de la imagen peregrina de Nuestra Señora del Rosario.
En su homilía, el obispo auxiliar reflexionó sobre el texto evangélico que relata el episodio de la visita de la Virgen María a su prima santa Isabel, proclamada en la celebración eucarística.
“María salió sin demora, una vez recibido el anuncio del Ángel y al servicio de Isabel. La mujer de Zacarías recibe a la que viene con el Emmanuel, y su niño salta en su seno.
Las dos se llenan de gozo. Las dos tocadas por el Espíritu Santo, que exulta también y canta. Las dos son comienzo de la misión que no se detendrá hasta el día de hoy, y seguirá también en tiempos futuros: la Virgen porque lleva y anuncia al que el mundo espera y la anciana porque recibe y abraza la buena noticia. Las dos producen el encuentro que Dios tiene preparado para todos. Las dos son misión, evangelio escrito ahora en el corazón de cada una”, explicó el prelado.
Monseñor Seirutti destacó que “María es misión y Dios es la causa de su confianza” y agregó: “María es misión porque lejos de guardarse la noticia en su intimidad la proclama abiertamente y quiere que esa noticia llegue y anide también en el corazón de muchos”.
El obispo explicó que “misión es encuentro, es abrazo de hombres y mujeres que reconociendo la voluntad de Dios cantan y se alegran de la presencia actuante del Dios con nosotros, que cambia nuestras vidas y las hace nuevas por generaciones y generaciones”.
“María es misión –señaló- porque sabe que no va sola, que lleva lo que anuncia. María lleva a Jesús y lo grita. Lo proclama, de palabra y con su vida, con sus gestos y actitudes, yendo al encuentro y al servicio, ahora de Isabel, para siempre al mundo entero. Llega, anuncia y se queda. Abraza y acompaña. Ama, consuela y se alegra. Escucha y comparte. Cuenta y se hermana. María es misión porque se hace encuentro”.
Monseñor Seirutti dirigiéndose a la Virgen expresó: “Salí con nosotros María para que se abran nuestros brazos cruzados y los cerremos en un abrazo al que no ve, al que no siente y al que no pide, porque se ha cansado de ver, de sentir, de pedir y de esperar. Para unir las soledades de los que caminamos sin rumbo y de los que cantamos sin melodías. Para alejarnos de los poderosos y enaltecer a los humildes, sabiéndonos nosotros necesitados, pobres y sencillos de verdad”.
“Volvé a caminar con nosotros y recordarnos, Dulce Chiquilla de Nazaret, que somos misión, para dar el testimonio sencillo y auténtico, entregando la vida de Jesús que está en nosotros para que otros lo conozcan, lo amen y lo sigan”, dijo el obispo y concluyó: “María, madre y amiga nuestra, pide la gracia a Jesús, amigo y compañero que abra nuestros ojos para que podamos en todo verte y en todos descubrirte, y así correr a nuestros hermanos y contarles el gran gozo de haberte encontrado”.+