Mons. Zordán: 'Ser catequistas, como otros ministerios, es una vocación'
- 31 de agosto, 2023
- Gualeguaychú (Entre Ríos) (AICA)
El obispo de Gualeguaychú señaló que, como cualquier otra vocación, "debe pasar por el tamiz de esa amplia experiencia pastoral de la Iglesia, de discernimiento y mirada de otro hermano mayor".
El obispo de Gualeguaychú, monseñor Héctor Zordán MSsCc, compartió su reflexión semanal y, en esta oportunidad, se refirió a la vocación del ser catequista.
“Venimos de celebrar estos días el Día del Catequista y en nuestra diócesis lo festejamos, además de cada comunidad en particular, en aquel encuentro en Victoria con más de 700 catequistas, que participaron y se encontraron entre ellos”, recordó.
Luego, se refirió a la vocación del catequista: "Nadie se hace catequista porque le sobra el tiempo o porque no tiene otra cosa que hacer, nos hacemos catequistas incluso aunque no nos demos cuenta, porque Dios nos ha llamado. Ser catequistas, como otros ministerios de la Iglesia, es una vocación y a la vocación de la catequista la envuelve la dinámica de toda vocación”.
Muchas veces nos sentimos llamados por una invitación que nos hace otro catequista, otras veces por una intuición interior que se va gestando y creciendo en el corazón, o porque nos ha invitado el párroco. Todos esos son medios que Dios utiliza, para hacernos escuchar su llamada y conocer su voluntad.
Por eso, dijo, "como toda vocación necesita de atención, de escucha, de generosidad, un corazón abierto, de disponibilidad, en definitiva. Como toda vocación, también debe ser discernida, deber ser pasada por el tamiz de la palabra de Dios y también de la oración, pero una oración que no sea solo de hablar y pidiendo, sino una oración de escucha y preguntarle a Dios: '¿Qué querés de mí?'".
“Esa vocación catequística, como cualquier otra vocación, debe pasar por el tamiz de esa amplia experiencia pastoral de la Iglesia, de discernimiento y de la mirada de otro hermano mayor”, agregó.
Finalmente, animó también a ser catequistas de adultos, ya que responder a ese llamado es “permitir que en nuestras parroquias se vaya generando esa estructura tan necesaria, para ofrecer a los adultos espacios de anuncio del Evangelio, de propuesta de Jesús, de maduración de la fe y crecimiento en la vida cristiana”.+