El cardenal Parolin visita Malakal, una ciudad llena de refugiados
- 16 de agosto, 2023
- Juba (Sudán del Sur) (AICA)
Es una ciudad símbolo: sufre la guerra, las inundaciones y actualmente alberga a miles de personas refugiadas, especialmente del vecino Sudán.
El Secretario de Estado de la Santa Sede, cardenal Pietro Parolin, en su segundo día de visita a Sudán del Sur, presidió una misa en la catedral de Malakal, en la solemnidad de la Asunción de la Virgen María, el 15 de agosto. Se trata de la tercera visita del cardenal a este país, tras las de julio de 2022 y febrero pasado, junto al Papa Francisco.
Parolin llegó a Juba, procedente de Angola y permanecerá en Sudán del Sur hasta el jueves 17.
“María Asunta al cielo es signo de consuelo y esperanza, y debemos mirarla mientras somos peregrinos en la tierra, mientras experimentamos la acción del mal, como la guerra actual en Ucrania, en Sudán y en tantas otras partes de África, así como el mal de la guerra civil que sufre Sudán del Sur, un país que aún lucha por curarse de sus heridas”, expresó el purpurado italiano dirigiéndose a los presentes en la misa, entre otros a los desplazados de Malakal y a los repatriados que huyeron del conflicto en Sudán.
El cardenal Parolin les manifestó la cercanía, oración y bendición del Papa. Les habló del vivo recuerdo que el Santo Padre tiene de su visita, y de cómo el Obispo de Roma lleva a este pueblo en su corazón, con sus dificultades y heridas, sus expectativas y esperanzas.
La crisis de refugiados en Sudán del Sur sigue siendo la mayor de África, con 2,3 millones de personas que viven dispersas en países vecinos y otros 2,2 millones de desplazados internos. El país sigue sufriendo el legado de la guerra civil, el persistente conflicto étnico y, más recientemente, los devastadores efectos del cambio climático, dejando a millones de personas necesitadas de asistencia.
La gran plaga de la venganza
"Aquí -dijo Parolin en su homilía- han sufrido y experimentado en primera persona conflictos, tensiones, hambre, inseguridad, inundaciones, luchas étnicas, luchas de poder y juegos políticos. ¿Hasta cuándo Señor, tendremos que sufrir todos estos males? ¿Cuándo volverán la paz y la serenidad a nuestras comunidades? Los gritos de madres, abuelas e inocentes rasgan los cielos. ¿Hasta cuándo, Señor?". El cardenal dirigió su pensamiento a los miles de desplazados y citó la "gran plaga de la venganza" que está destruyendo las comunidades.
“El mal no tiene la última palabra y no siempre vence”, alentó Parolin. “La figura de la Asunción, dijo, es garante de ello ante el mundo: es "signo de consuelo y de esperanza y hoy ilumina las tinieblas y la oscuridad de la vida". Y la esperanza es "muy necesaria" en Malakal, como en el resto del país, en el vecino Sudán y en todo el mundo.
También durante su homilía, Parolin recordó el encuentro del Papa con los desplazados en Juba, cuando Francisco les pidió que fueran semillas de esperanza, "semilla de un nuevo Sudán del Sur, semilla para el crecimiento fecundo y floreciente de este país". La invitación del Papa fue a no "responder al mal con más mal", a elegir la fraternidad y el perdón, a cultivar "un mañana mejor", a cooperar e iniciar caminos de reconciliación, con cualquiera que, aunque diferente "por etnia y origen", sigue siendo un vecino.
En su primer día en Juba, el Secretario de Estado vaticano se había reunido con el presidente sudsudanés, Salva Kiir, y le había entregado un mensaje del Papa. Parolin y el presidente -según informaron posteriormente fuentes del gobierno local- habían discutido "una amplia gama de temas relacionados con la paz y la preparación del país para las elecciones generales del próximo año".
En la ciudad funciona desde hace años un campo de refugiados auspiciado por Naciones Unidas, creado para las víctimas de la guerra civil. Aunque puede tomar 12,000 personas, hoy da cobijo a unas 37.000. La situación allí sigue siendo muy tensa, solo en junio hubo enfrentamientos dentro del campamento, y como resultado, murieron 13 personas.
Malakal no es único: todo Sudán del Sur está lleno de refugiados después de la guerra y los desastres naturales. Se estima que allí hay 2,2 millones de desplazados internos. Más de 2 millones de sudaneses del sur huyeron a países vecinos. Actualmente, muchos de los que se quedaron en Sudán están regresando a su tierra natal debido a la guerra civil en curso allí.
Mientras tanto, aunque está en vigor un acuerdo de paz en el propio Sudán del Sur, el gobierno no llevó a cabo las reformas políticas prometidas, según señaló la reciente declaración del Departamento de Estado de los Estados Unidos, denunciando que hubo falta de transparencia y apego a la ley por parte de los gobernantes en relación a la explotación de los yacimientos petroleros. Según el acuerdo, los cambios debían realizarse en febrero de 2023.+