Monseñor Faifer celebró sus 59 años de vida sacerdotal

  • 16 de agosto, 2023
  • Goya (Corrientes) (AICA)
El obispo emérito de Goya celebró una misa en acción de gracias por más de medio siglo como presbítero, y destacó la "fecundidad" que caracteriza a la vida del sacerdote.

En la solemnidad de la Asunción de la Virgen María, el obispo emérito de Goya (Corrientes), monseñor Ricardo Faifer, presidió el 15 de agosto una misa en la catedral Nuestra Señora del Rosario por sus 59 años de vida sacerdotal. Concelebraron la Eucaristía el obispo diocesano, monseñor Adolfo Canecín, junto con un grupo de sacerdotes.

En la homilía, monseñor Faifer se refirió al misterio de esta solemnidad y señaló: “Hoy nosotros levantamos nuestra vista y contemplamos esta imagen que representa una persona, una mujer revestida de sol, coronada de estrellas y la luna bajo sus pies”.

“Hoy contemplamos a la Madre del Señor y madre nuestra, pero inmediatamente ella misma nos indica que la fuente de su atracción es Dios, que la hizo tan hermosa, bella, llena de gracia, llena de su presencia, inmaculada, madre del Dios con nosotros”, continuó.

Además, el obispo emérito recordó que “María, la Madre de Jesús, puso su pie en el paraíso. En nuestra fe, en la revelación del Señor a nosotros nos dice que la Madre del Señor es una persona humana, igual que todos nosotros. Dios en su bondad la preservó de todo pecado, por eso es tan luminosa y nos atrae tanto, porque está toda ella llena de Dios”. “En María, que es de nuestra raza humana, la humanidad encuentra la meta definitiva de su existencia, la meta hacia la cual el Señor nos pensó y nos atrae a través de la presencia de María en el cielo”.

Monseñor Faifer se refirió a la relación que esta solemnidad tiene con su aniversario sacerdotal y dijo: “Yo le pido a la Virgen en este día, que me preste algunas de sus palabras y de sus sentimientos de este texto evangélico que hemos proclamado, cuando va a visitar a su parienta Isabel que estaba esperando a Juan Bautista”.

“Yo quisiera hoy también decirle al Señor que quiero cantar su grandeza a lo largo de mi vida. Él como a cada uno de nosotros nos elige, nos convoca en su amor y cada uno a sus ojos somos muy importantes: Yo te elegí, te amé y te convoco a la vida que tiene que ser una misión que yo te encomiendo para que los años que el Señor nos regala vivamos ese sueño de Dios sobre cada uno de nosotros”, enfatizó.

"Así como vivió María -dijo- totalmente dispuesta a lo que el Señor quería, que se cumpla en mí lo que él desea. Nosotros también quisiéramos decir al Señor que queremos cantar su grandeza, su amor, su bondad  y su elección. A mí también quiso elegirme para ser sacerdote hace 59 años atrás”.

Recordó además que fue ordenado por monseñor Jorge Ramón Chalup en la catedral San José de Gualeguaychú: “Me ordenó un correntino y después Dios en su providencia quiso que yo sea un correntino por adopción”. “Solamente Dios conoce el corazón del hombre. Él conoce nuestras fragilidades y pecados, es inmensamente bueno y misericordioso, por eso, cuando uno mira hacia atrás lo primero que nos surge es pedir perdón por las infidelidades que todos tenemos”.

“La vida del sacerdote es tan fecunda y después de tantos años yo estoy sorprendido por el cariño de la gente, tanto en la diócesis de Gualeguaychú como en la diócesis de Goya”, sañaló.

Monseñor Faifer finalzó dando "gracias al Señor que durante varios años quiso traerme como obispo, aquí entre ustedes, en la diócesis de Goya. El Señor ha hecho maravillas, no para nosotros, sino a través nuestro para servir al prójimo”.+