Mons. García Cuerva invitó a poner la mirada en los más pobres y en la fraternidad
- 14 de agosto, 2023
- Buenos Aires (AICA)
El arzobispo de Buenos Aires planteó hacerse varias preguntas sobre la realidad, a partir de la imagen del texto del Evangelio dominical, y animó a rezar "mucho" por el país.
El arzobispo de Buenos Aires, monseñor Jorge García Cuerva, apeló en su homilía dominical a una anécdota sobre el pedido que sus hermanos le hacían a su padre cuando desarmaban un juguete, para señalar: “Entiendo que el vínculo con Dios en la oración puede ser parecido. Llevarle al Padre del cielo los pedazos de nuestra vida, los pedazos de nuestro corazón y decirle: ‘Papá, ¿me lo armas?’”.
El primado propuso a la comunidad “tomarse un tiempo, quizá en esta semana, para estar a solas con Dios, para descansar el corazón, en casa, en el colectivo, en algún templo; pero darnos la posibilidad de dialogar y encontrarnos con Él. Llevarle los pedazos de nuestra vida y decirle: ‘Papá, ¿me lo armas?’”.
Tras referirse a la de orar, detalló otras dos acciones, también visibles en el texto evangélico de Jesús en la barca con los apóstoles: caminar sobre el agua y ver”.
Además, en relación con las elecciones de este domingo, monseñor García Cuerva consideró que, tal vez, haya que preguntarse “si, al igual que esa barca, nuestro país también está viviendo en la tormenta. Si, igual que esa barca, nuestro país también está sacudido por las olas y estamos todos llenos de temor, como aquellos discípulos. Pero también podríamos pensar si es que no nos estamos hundiendo porque no estamos teniendo la mirada donde la tenemos que tener”.
“Pedro puso su mirada en la tormenta y entonces se comenzó a hundir. ¿Será que nosotros no tenemos puesta la mirada en los más pobres? ¿Será que nosotros no tenemos puesta la mirada en la educación, como instrumento que nos puede sacar de la pobreza más dura? ¿Será que nosotros no tenemos puesta la mirada en el trabajo como gran ordenador social? ¿Será que tenemos puesta la mirada en las luchas mezquinas de poder? ¿Será que tenemos puesta la mirada en la corrupción? ¿Será que tenemos puesta la mirada en la grieta y entonces creemos que el otro siempre es mi enemigo, porque piensa distinto, y por eso nos seguimos hundiendo”?, planteó.
“Quisiera, entonces, pedir por nuestra Argentina. Orar, la primera acción. Recemos mucho por nuestro país. La segunda: caminar sobre el agua; volver a renovar nuestra fe en el Dios de la vida, en el Dios todopoderoso, que puede contra toda forma y fuerza del mal, aunque no parezca. Y ver: que nuestra mirada no esté puesta en otra cosa que no sea en los más pobres, en la fraternidad, en la solidaridad, en la educación y en el trabajo. Quizá así, poniendo nuestra mirada y atención donde corresponde, igual que en aquel Evangelio, el viento se calme y lleguemos a la otra orilla”, concluyó.+