Brasil podría perder el título de ser el país 'más católico del mundo'

  • 9 de agosto, 2023
  • Brasilia (Brasil) (AICA)
Según el presidente de la conferencia episcopal brasileña y arzobispo de Porto Alegre, Mons. Jaime Spengler, la disminución del número de católicos es un tema que preocupa a la Iglesia.

La posibilidad de que Brasil pierda el título de país más católico del mundo y el número de fieles sea inferior al 50% respecto del total de su población, preocupa a la Conferencia Nacional de Obispos de Brasil (CNBB), que enfrenta un escenario desafiante para combatir la evasión de creyentes y la migración de católicos a otras religiones cristianas. 

Al mismo tiempo, la CNBB busca promover el diálogo y proponer un mensaje relevante para diferentes grupos de edad, especialmente en un contexto de desigualdades sociales en el país. Las metáforas de “ser sal de la tierra” y “luz del mundo” (tomadas del Evangelio de san Mateo, capítulo 5, versículos 13-14) surgen como propuestas para enfrentar estos desafíos.

El presidente de la CNBB y arzobispo de Porto Alegre, monseñor Jaime Spengler, reveló a los medios vaticanos que la disminución del número de católicos es un tema que preocupa a la Iglesia, y advirtió sobre la posibilidad de que ese país sudamericano pierda el título de "el más católico del mundo" con la divulgación de los datos del Censo de 2022 del Instituto Brasileño de Geografía y Estadística (IBGE). De hecho, existe el temor de que el porcentaje de católicos pueda llegar a ser inferior al 50%.

"Tenemos que tener en cuenta esos números", señaló el prelado brasileño y también presidente del Consejo Episcopal Latinoamericano y Caribeño (CELAM). “Hay quienes dicen que, cuando se publiquen los resultados del Censo, probablemente [los católicos] seremos menos del 50% de la población. Es un dato que sí preocupa”, completó el presidente de la CNBB.

Ante ese contexto desafiante, monseñor Spengler convocó a fieles laicos, sacerdotes y religiosos y religiosas a reflexionar sobre cómo ser "sal de la tierra", "luz del mundo" y "levadura en la masa", como describe el Evangelio de san Mateo. 

La propuesta, completa el arzobispo, “es encontrar un lenguaje que sea capaz de proponer el mensaje al adolescente, al joven, al adulto de hoy, en un contexto social marcado por inmensas desigualdades, pero también por extraordinarios avances tecnológicos”.+