El Papa recordó a los jóvenes que 'en la Iglesia hay espacio para todos'

Al igual que un padre con sus hijos, Francisco les dio varios consejos para no dejarse estafar por las ilusiones del mundo digital y les recordó que Dios nos ama como somos, para él no somos un número

Con motivo de la Ceremonia de Acogida de la Jornada Mundial de la Juventud 2023, el Papa Francisco recibió a miles de jóvenes en el Parque Eduardo VII de Lisboa.

Además de agradecerles el “simpático alboroto que hacen” y esperar “poderse contagiar de su alegría”, les recordó que no estaban allí por casualidad: “El Señor los llamó, no sólo en estos días, sino desde el comienzo de sus vidas. Sí, Él los ha llamado por sus nombres”.

El Papa hizo hincapié en que “ninguno es cristiano por casualidad, todos hemos sido llamados por nuestro nombre”, explicando que “fuimos llamados, porque somos amados”.

Como un padre, Francisco aconsejó a los jóvenes que fueron a encontrarse con él en Lisboa: “Quisiera que veas una cosa: muchos hoy saben tu nombre, pero no te llaman por tu nombre. De hecho, tu nombre es conocido, aparece en las redes sociales, se elabora por algoritmos que le asocian gustos y preferencias, pero todo esto no interpela tu unicidad, sino tu utilidad para los estudios de mercado”.

Por eso, el pontífice les recomendó “estar atentos a las ilusiones de lo virtual, porque muchas realidades que nos atraen y prometen felicidad después se muestran por aquello que son: cosas vanas, pompas de jabón, superfluas, cosas que no sirven y que nos dejan vacíos por dentro”.

“Jesús no es así; Él confía en vos, confía en cada uno de nosotros, porque a Jesús cada uno de nosotros le importamos”, les recordó, expresando su deseo de que la JMJ “sean días en los que grabemos en el corazón que somos amados tal como somos”.

Haciendo referencia a las cartas que le enviaron algunos jóvenes, donde compartieron sus miedos de no ser aceptados, Francisco les dejó un mensaje claro: “En la Iglesia hay espacio para todos, en la Iglesia ninguno sobra, ninguno está de más. Y esa es la Iglesia, la madre de todos”.

“El Señor no señala con el dedo, sino que abre sus brazos; nos lo muestra Jesús en la cruz. Él no cierra la puerta, sino que invita a entrar; no aleja, sino que acoge”, insistió.

Por último, el Papa pidió a los presentes que “confíen porque Dios es padre y es padre que nos quiere y nos ama, esto no es muy fácil y para esto tenemos una gran ayuda: la madre del Señor, ella es nuestra madre también” aseguró.

“No tengan miedo, tengan coraje, vayan adelante sabiendo que estamos amortizados por el amor que Dios nos tiene. Dios nos ama”, concluyó.+