Agradecimiento del futuro cardenal Luis Dri ante su designación

  • 14 de julio, 2023
  • Buenos Aires (AICA)
A sus 96 años, el fraile capuchino nacido en Entre Ríos envió un mensaje de agradecimiento a través de WhatsApp. "Doy gracias al Señor porque Él va por caminos que no son los míos", expresó.

A sus 96 años, el fraile capuchino Luis Pascual Dri será creado cardenal por el Papa Francisco, según anunció el pontífice el pasado domingo 9 de julio.

Desde que se jubiló en 2007, el religioso nacido en Federación (Entre Ríos) vive en Buenos Aires, en el santuario y convento Nuestra Señora de Pompeya. Allí fue confesor de Jorge Mario Bergoglio durante su etapa de arzobispo de Buenos Aires y es uno de los sacerdotes a los que el pontífice suele poner como ejemplo.

Francisco habló de él varias veces. La primera vez fue el 6 de marzo de 2014, cuando se reunió con los párrocos de Roma. Repitió el ejemplo unos meses después, el 11 de mayo de 2014 en la homilía de la misa de ordenaciones sacerdotales. Volvió a citarlo en el libro-entrevista "El nombre de Dios es misericordia", en febrero de 2016 durante la homilía de la misa en San Pedro con los frailes capuchinos y, nuevamente, en el reciente encuentro con los sacerdotes de Roma en San Juan de Letrán y con los confesores del Jubileo. Al hablar de la confesión y de la acogida de los penitentes en el confesionario, el pensamiento del Papa siempre se dirige a él.

El sacerdote entrerriano envía semanalmente una reflexión espiritual a un numeroso grupo de seguidores por Whatsapp. Luego de su designación como cardenal, cuya ceremonia será durante el consistorio del próximo 30 de septiembre, compartió sus emociones a través de un audio.

“No sabía absolutamente nada, para mí fue una total sorpresa, inesperada y mucho menos merecida”, expresó Pascual Dri, quien supo la noticia el domingo 9 de julio, al final del Ángelus. Estaba por bajar a confesar y se emocionó inmensamente.

Si bien se conocían con Francisco, jamás pensó que le encomendara esta misión. “¿Qué hice yo para merecer este anuncio del Papa?”, se preguntó, relatando que lloró todo el domingo 9 sin poder convencerse. “No sé por qué lloraba, si de emoción, vergüenza, incertidumbre,…”.

Con su voz paternal y serena, envió un mensaje de agradecimiento por tantos saludos y tanto cariño: “Doy gracias al Señor porque Él va por caminos que no son los míos. Sacerdotes, obispos, todos los que me conocen, a todos quiero agradecer y a todos quiero bendecir. No puedo llegar a responder uno por uno porque, lo digo con vergüenza, son centenares de llamados que voy recibiendo”, expresó.

Para el religioso, este servicio no le cambia nada. Más bien, seguirá entregándose con todo el corazón: “Recen por mí, no me abandonen, no me dejen. Yo seguiré siendo el mismo”, reivindicó.

Sobre el padre Luis Dri
El padre Luis Pascual Dri nació en Federación, provincia de Entre Ríos (Argentina), el 17 de abril de 1927, en el seno de una familia en la que todos los hijos, menos uno, se consagraron a Dios en la vida religiosa.

Ingresó en el Seminario Capuchino en enero de 1938, cuando sólo tenía 11 años, y allí completó sus estudios primarios y secundarios. En el barrio Nuevo París, en la ciudad de Montevideo, Uruguay, ingresa en el noviciado. Tomó el hábito capuchino el 21 de febrero de 1945. En 1949 hizo la profesión perpetua. El 29 de marzo de 1952 fue ordenado sacerdote en la catedral de Montevideo.

En 1953 fue director del Seminario Menor San Francisco de Carrasco. En 1955 fue director del Seminario Seráfico de Villa Gdor, Gálvez, Argentina. En 1959 fue maestro de novicios en San Francisco de Carrasco.

En 1961 se especializó en Europa como formador de novicios. En 1962 comenzó su misión como educador en el Colegio y Liceo Secco Illa de Uruguay, hasta 1974. Posteriormente fue párroco en Empalme y Colonia Nicolich. En 1976 fue maestro de novicios en la ciudad de Minas, Uruguay. A comienzos de 1983 fue destinado a la parroquia de San Enrique de Villa Gobernador Gálvez. En 1987, fue nombrado párroco de Santa María de la Ayuda, en El Cerro de Montevideo. A principios de 2000, fue trasladado como párroco al santuario Nuestra Señora de Pompeya en Buenos Aires, donde permaneció tres años. Luego fue nombrado párroco en Mar del Plata. En 2007, regresó al santuario de Nuestra Señora de Pompeya.

Hoy, a sus 96 años, sigue sirviendo al Señor desde el confesionario, donde pasa varias horas cada día administrando el sacramento de la reconciliación.+