El Papa: Pedro y Pablo, 'dos enamorados de Jesús, columnas de la fe'
- 29 de junio, 2023
- Ciudad del Vaticano (AICA)
En la solemnidad de san Pedro y san Pablo, el Papa exhortó a inspirarse en los apóstoles para crecer como Iglesia que encuentra su alegría en anunciar el Evangelio al mundo.
Seguimiento y anuncio: estas fueron las dos palabras destacadas por el Papa Francisco en su homilía para la solemnidad de San Pedro y San Pablo, celebrada este 29 de junio en la Basílica de San Pedro, durante la que concelebraron con el pontífice los 32 arzobispos nombrados recientemente, entre ellos el arzobispo electo de Buenos Aires, monseñor Jorge García Cuerva.
En la basílica, como es tradición, también estuvo presente una delegación del Patriarcado Ecuménico de Constantinopla. La Santa Sede corresponde al gesto fraterno, enviando un representante a la fiesta de Santo Andrés, el 30 de noviembre, patrono de la Iglesia local.
Ya en su homilía, Francisco se inspiró en la pregunta que Jesús dirige a los discípulos, contenida en el Evangelio de Mateo: “Ustedes, ¿quién dicen que soy yo?”. Para el pontífice, esta es la pregunta fundamental, la más importante: ¿Quién es Jesús para mí?
Seguimiento
Los dos apóstoles, explicó el Papa, respondieron a esta pregunta de manera diferente. La respuesta de Pedro se podría resumir, en una palabra: seguimiento. Pedro dejó todo para ir tras el Señor. Y el Evangelio destaca que fue “inmediatamente”, no le dijo a Jesús que lo iba a pensar, a hacer cálculos para ver si le convenía, no ofreció excusas para posponer la decisión, sino que dejó sus redes y lo siguió. Todo lo descubriría día tras día, siguiendo a Jesús.
Esa nota de “inmediatamente”, agregó el Papa, también se aplica a nosotros: si hay tantas cosas en la vida que podemos posponer, el seguimiento de Jesús no puede ser una de ellas. ¡Y atención! Pues algunas excusas aparecen disfrazadas de espiritualidad, como “no soy digno”, “no soy capaz”. Para Francisco, son trucos del diablo, que nos roban la confianza en la gracia de Dios. La lección de Pedro, por lo tanto, es que debemos deshacernos de nuestras ataduras terrenales inmediatamente y seguir a Jesús todos los días.
Anuncio
La respuesta de Pablo se resume en la palabra "anuncio". En el camino a Damasco, Jesús lo encontró y lo cegó con su luz; o, más bien, gracias a esa luz, Saulo se dio cuenta de lo ciego que estaba. Así, consagró su vida a recorrer tierra y mar, ciudades y pueblos, para anunciar a Jesucristo.
Por tanto, a la pregunta “¿quién es Jesús para mí?”, Pablo no responde con una religiosidad íntima, sino con la preocupación de llevar el Evangelio a los demás. También hoy, señaló el Papa, la Iglesia necesita poner en el centro el anuncio, que no se cansa de repetir: “¡Ay de mí si no evangelizo!”. Una Iglesia que necesita anunciar, así como se necesita oxígeno para respirar.
El Santo Padre instó a los fieles a llevar a Jesús a todas partes, “con humildad y alegría”, a todos los ámbitos de la sociedad como “a nuestras familias, a las relaciones y a los barrios, a la sociedad civil, a la Iglesia, a la política, al mundo entero, especialmente allí donde anidan la pobreza, la degradación y la marginación”.
El pontífice ha reivindicado las figuras de Pedro y Pablo, “dos Apóstoles enamorados del Señor”, que constituyen dos columnas de la fe de la Iglesia.+