"Todo egoísmo nace de la falta de oración", advirtió el Papa a los Lateranenses
- 20 de junio, 2023
- Ciudad del Vaticano (AICA)
Francisco recibió en audiencia a los Canónigos Regulares del Santísimo Salvador de Letrán con motivo del bicentenario de la fundación.
La “oración” como “oxígeno” del alma y como ayuda para no caer en el egoísmo. La “comunidad”, para ser “hermanos” y vencer la “plaga” del chisme. El "uso común de los bienes". "El "espíritu de servicio a la Iglesia", son cuatro de las indicaciones que ofreció este lunes 19 de junio el Papa Francisco a los Canónigos Regulares del Santísimo Salvador de Letrán a los que recibió en el Vaticano con motivo del bicentenario de su fundación.
Oración, comunidad, uso común de los bienes, servicio: cuatro "estrellas que nunca se ponen y que hacen brillante y actual su apostolado", observó el pontífice a los religiosos.
Un apostolado antiguo es el de la congregación, cuyo origen se remonta al siglo XV con la fusión de dos comunidades -la de los Canónigos Regulares del Santísimo Salvador y la de los Canónigos Regulares Lateranenses- con raíces arraigadas en los primeros tiempos de la Iglesia, "cuando pronto comenzó a promover la vida común del clero".
Una "gracia muy grande", observó el Santo Padre. “Ustedes, por lo tanto, pertenecen a una tradición secular, inspirada en la comunidad cristiana primitiva y centrada en la oración, en la comunión de vida y en el uso común de los bienes”, les dijo y agregó: “El carisma de ustedes quiere que sean contemplativos y activos al mismo tiempo, entregados tanto a la oración y al estudio como al ministerio, dispuestos a responder a las exigencias de los tiempos modernos”.
¿Cuántas horas al día rezas?
A los desafíos del pasado, ante los cuales la Congregación "sabía hacer opciones valientes", se suman los del presente: "Ahora se preguntan cómo continuar en la renovación de su vida religiosa", a lo que contestó Francisco: “Déjate guiar por tus cuatro estrellas”, recomendó. Ante todo "oración", porque si no rezas, serás tu propio Dios, todo egoísmo nace de la falta de oración", advirtió el Papa.
Y les propuso “examinen su conciencia, cada uno diga cuantas horas reza al día. Cada uno”.
El chisme y el dinero destruyen
“Comunidad. Ser hermanos”, señaló luego el Papa, y les aconsejó “nunca hablén a espaldas de otro, nunca”. En este sentido, Francisco propuso que a cada uno de los canónigos se le entregará un libro sobre el tema firmado por monseñor Fortunatus Nwuachukwu, secretario del Dicasterio para la Evangelización: “Léanlo atentamente. El chisme es una plaga, destruye comunidades”, indicó.
El dinero también destruye el compañerismo. De hecho, el "uso común de los bienes" es sabio, observó Francisco y subrayó: “El diablo entra por el bolsillo”.
“Piensa, explicó el Papa, en cuando Jesús advirtió que ‘no se puede servir a dos señores'. El Señor “no habla del diablo, sino de algo al parecer peor que el diablo: 'el dinero' ya que “el diablo siempre entra por los bolsillos, siempre”.
Siempre al servicio
De ahí la “cuarta estrella": El espíritu de servicio a la Iglesia. “No para vivir para sí, sino para servir”, reiteró el Papa. El mismo título de canónigos hace referencia a esta dimensión del servicio: “Ustedes saben bien que no se trata de indicar una categoría, sino un signo de pertenencia a una comunidad".
"Se llaman Canónigos Regulares, es decir, obligados por una Regla”. que perfila la fidelidad a su consagración según los votos, sobre todo la pobreza", explicó el Papa. “Y ni siquiera el nombre que lleva la Basílica de Letrán constituye ningún título de prestigio", sino "la invitación a la fidelidad a la Iglesia, a ser testimoniada esencialmente a través del servicio”, añadió.
El Obispo de Roma se despidió con una recomendación a los jóvenes sacerdotes de diversas partes del mundo que están viviendo estos meses en la Congregación: “Vivan esta ocasión como un don, en la escucha mutua, reconociendo en cada uno una riqueza para los demás”.
“Háblense y escúchense unos a otros, con sinceridad y corazón abierto, no quedándose firmes cada uno en sus propias convicciones, sino moviéndose con el corazón. Esto les deseo de corazón, que sigan adelante”.+