Mons. Olivera: 'Como María, ponernos al servicio sin creernos grandes e importantes'

  • 17 de junio, 2023
  • Luján (Buenos Aires) (AICA)
El obispo castrense presidió la misa en el santuario de la Virgen de Luján luego de la peregrinación realizada con el clero. "Ponernos en camino y en servicio", instó el prelado.

El obispo castrense de la Argentina, monseñor Santiago Olivera, presidió el viernes 16 en la basílica de Luján la misa de clausura del 31 Encuentro del clero castrense. Concelebraron la Eucaristía los capellanes castrenses de las Fuerzas Armadas y Fuerzas Federales de Seguridad.

En la homilía, el prelado expresó: “Este, es un acontecimiento para la memoria histórica del obispado castrense, un numeroso grupo de sacerdotes estamos transitando este 31° encuentro de nuestro clero. Esta feliz inspiración de poder venir aquí a la casa de nuestra Madre, así como hemos escuchado que Juan la recibió como suya, nosotros también la recibimos y la sabemos Madre nuestra”.

Aseguró que “poder estar en el Santuario, es un motivo de mucho gozo, de mucha gratitud, estar en la casa de María que tanto significa para los hombres y mujeres de todos los tiempos nuestros de lo que simboliza llegar a este lugar”.

Monseñor Olivera, recordó que “ningún santuario es estático, depende de un continuo movimiento de llegada y de partida donde los peregrinos parten llenos de contenidos para compartir con los demás”.

Recordó lo que la conferencia de Aparecida decía respecto a los santuarios: “Aparecida cuando nos habla de los santuarios, dice, ‘destacamos las peregrinaciones donde se puede reconocer al pueblo de Dios en camino, allí el creyente celebra el gozo de sentirse inmerso en medio de tantos hermanos caminando juntos hacia Dios que nos espera. Cristo mismo se hace peregrino y camina resucitado entre los pobres, la decisión de partidas hacia el santuario ya es una confesión de fe, el caminar es un verdadero canto de esperanza y la llegada es un encuentro de amor’”.

En otro de los pasajes de la homilía, el obispo castrense señaló: “Hemos venido a un santuario, hemos venido a contemplar y mirar a la mujer que fue dada en el momento más importante de Jesús, que es justamente es, el pasar de este mundo al Padre, el testamento de su amor y nos dejó a María como nuestra”. 

“Hemos venido al santuario también nosotros, pero con nosotros nuestros fieles, nuestro pueblo, venimos cargados con tantas intenciones, deseos, seguramente rezamos por nuestras familias, por nuestras misiones pastorales, parroquias, comunidades, todas nuestras realidades castrenses y ponemos nuestra mirada en la Virgen. Nuestra Madre buena, nuestra Madre tierna, nuestra Madre fiel, la llena de gracia, la bendita entre todas, y la que mejor plasmó aquello que justamente estamos llamados todos siempre, que es volver a ser cada uno, imagen y semejanza de Dios”, enfatizó.

Por otra parte, manifestó: “Tenemos en María ese modelo grande de no hacer alarde, nosotros tenemos muchas bendiciones en nuestras vidas, dones, regalos de Dios y como el Señor, como María tenemos que ponernos al servicio sin alardes, sin creernos grandes e importantes sino pequeños y cercanos y ponernos en camino pronto, siempre al servicio”.

“Jesús está, Jesús acompaña, Jesús sostiene y podríamos decir que la Virgen María está entre nosotros, porque María estuvo acompañando a los discípulos en la resurrección, pero antes estuvo al pie de la cruz. María está al pie de la cruz, María de pie contempló este misterio grande de un amor incomprensible que el grande de los grandes era insultado, escupido, no recibido, pero en ese aparente fracaso de la cruz nos estaba dando la vida fecunda para siempre”, agregó.

Y finalizó: “María es Madre cercana, María es Madre atenta, como lo fue en Caná, también está atenta a nuestras necesidades, a nuestras faltas, a nuestras carencias e intercede ante su Hijo. María como Madre, nos invita a poner nuestra mirada en Jesús, y debe hoy suscitar en nuestro corazón lo que la Virgen dijo en Caná, ‘hagan lo que Él les diga’.+