Mons. Puiggari: 'Reavivar nuestro estupor y maravilla ante el misterio Eucaristico'
- 14 de junio, 2023
- Paraná (Entre Ríos) (AICA)
El arzobispo de Paraná presidió la solemnidad del Corpus Christi y aseguró que la Eucaristía "representa el sacramento de la unidad con Dios y entre nosotros".
El arzobispo de Paraná, monseñor Juan Alberto Puiggari, encabezó el sábado 10 de junio la celebración del cuerpo y la sangre de Cristo en la catedral local. La Eucaristía fue concelebrada por el vicario general de la arquidiócesis, presbítero Eduardo Tanger; el rector del seminario, presbítero Cristian Torres; junto con todo el clero.
En la homilía, monseñor Puiggari, expresó: “Hoy, solemnidad del cuerpo y la sangre de Cristo, pedimos la gracia de abrir el corazón y la inteligencia para acercarnos con humildad y temblor a este gran misterio”.
“Creo que lo más necesario que hay que hacer en esta fiesta del Corpus Christi no es tanto explicar tal o cual aspecto de la Eucaristía, sino reavivar cada año nuestro estupor y maravilla ante el misterio Eucaristico”, señaló.
El arzobispo de Paraná manifestó que “es la primera fiesta cuyo objeto no es un misterio de la vida de Cristo, sino una verdad de fe: la presencia real de él en la Eucaristía. Responde a una necesidad, la de proclamar solemne y públicamente nuestra fe”. “Necesitamos proclamar nuestra fe para no banalizar la Eucaristía y acercarnos a ella sin la preparación interior, por acostumbramiento, por frivolidad y por la rutina”.
Pero en realidad, dijo, “lo que nos causa estupor ante el misterio eucarístico, no es tanto la grandeza y la majestad de Dios, sino más bien su amor, el que se pone a nuestro servicio, no sólo lavando los pies de los apóstoles, sino dándose a nosotros como alimento y bebida. La Eucaristía es sobre todo esto: memorial del amor del que no existe mayor: dar la vida por los propios amigos”.
“Jesús nos dice: ‘Este es el pan bajado del cielo, no como el que comieron sus padres y murieron. El que coma de este pan vivirá eternamente’. Él no nos da algo, sino a sí mismo; ofrece su cuerpo entregado y su sangre derramada. Entrega toda su vida, por amor al Padre y a cada uno de nosotros. Necesitamos este pan para afrontar la fatiga y el cansancio del largo viaje hacia la tierra prometida del cielo”, enfatizó.
Monseñor Puiggari aseveró que comer ese pan, “es entrar en comunión con la persona del Señor vivo.”. “Esta comunión, este acto de comer, es realmente un encuentro entre dos personas, es un dejarse penetrar por la vida de aquel que es el Señor; de aquel que es mi creador y redentor”.
“Esto es lo principal del misterio Eucarístico: la comunión vital con Jesús. El cuerpo y la sangre de Cristo no tiende a otra cosa que a convertirnos en aquello que comemos", continuó.
Además, dijo que la Eucaristía “representa el sacramento de la unidad con Dios y entre nosotros, por eso es tan imperioso para el cristiano trabajar por la unidad para no ultrajar el Cuerpo de Cristo”, y “no podemos comulgar con el Señor, si no comulgamos entre nosotros. Si queremos encontramos con él, también debemos ponernos en camino para ir al encuentro unos de otros hasta el punto de convertirse en un solo cuerpo. Somos comunidad, alimentados por el cuerpo y la sangre de Cristo”.
Finalmente, expresó: “Al unirnos a Cristo Eucaristía lejos de replegarnos sobre nosotros mismos nos abre al amor de lo demás, una Iglesia que vive de la Eucaristía, necesariamente se vuelve misionera, en salida, misericordiosa y solidaria”.+