Mons. Lugones: 'Jesús, Pan partido y entregado, nos asegura el don de la paz'

  • 5 de junio, 2023
  • Lomas de Zamora (Buenos Aires) (AICA)
El obispo de Lomas de Zamora presidió la misa por la solemnidad de Corpus Christi, que convocó a cientos de personas en el Estadio Polideportivo del Parque Municipal.

La comunidad diocesana de Lomas de Zamora celebró, el sábado 3 de junio, la solemnidad de Corpus Christi con una misa presidida por el obispo local, monseñor Jorge Rubén Lugones SJ, en el Estadio Polideportivo del Parque Municipal. 

La Eucaristía fue concelebrada por el obispo auxiliar, monseñor Ignacio Damián Medina; por monseñor Luis Alberto Fernández, obispo emérito de Rafaela y actual administrador parroquial de Santa Teresita del Niño Jesús y de la Santa Faz, en Banfield; por el vicario general de la diócesis, presbítero Hugo Barrios; por el rector del seminario de la Santa Cruz, presbítero Daniel Bossio; y por el presbiterio de la diócesis.

Participaron también de la celebración miembros de todas las parroquias, capillas, movimientos, instituciones laicas, pastorales, congregaciones religiosas, colegios y comunidades de San Vicente, Presidente Perón, Almirante Brown, Ezeiza y Esteban Echeverría; la intendenta interina de Lomas de Zamora, Marina Lesci; el diputado y presidente de la Cámara de Diputados bonaerense, Federico Otermín; la directora de Culto del municipio, Sandra Bartalini; y el presidente del Consejo Deliberante de Almirante Brown, Nicolás Jawtuschenko, entre otros funcionarios.

En la homilía, monseñor Lugones expresó que “Jesús, Pan partido y entregado, nos asegura el don de la paz”. “La paz puede llegar a nuestros corazones en tiempos de desorden y de problemas, de dolor y de enfermedad. La paz de Cristo, en cierta forma, nos llega suavemente y llena espacios en nosotros que están abiertos a la paz y que necesitan de la paz. Es la paz de la sanación y del perdón, y es la paz que llega al hacer lo que sabemos que corresponde a nuestro llamado a recrear la amistad social y la fraternidad universal”, agregó.

Asimismo, el prelado recordó que “hoy salimos acompañados de su Madre, la Virgen de la Paz, para que aquellos que miran asombrados, y se detienen para ver este acontecimiento, sublime, distinto de otras manifestaciones de fe, descubran cómo el Pueblo de Dios demuestra públicamente su amor a Jesús Eucaristía. Y lo hace desde la algarabía del gozo, rezando y adorando ante la solemnidad del misterio tremendo y fascinante, que contagia esperanza y devoción, paz del corazón y silencio contemplativo”.

Luego, en relación al bienio jubilar (2023-2025) que comenzó con la misa y la misión diocesana con la Virgen de la Paz, patrona de la diócesis, monseñor Lugones señaló: “Estamos celebrando también el jubileo diocesano por la presencia de nuestra Madre Reina de la Paz, ella vino a nuestra tierra portando el ramo de olivo en una mano ,y desde su regazo, ofreciéndonos a su Hijo el ‘Príncipe de la paz’”. 

“María, que llegó para cambiar nuestra historia de luchas y muertes entre argentinos, para cuidarnos como nación y consolidarnos como hijos de esta bendita tierra, que desea que vivamos en paz”, continuó.

Al final de la misa, tuvo lugar el lanzamiento oficial de la misión con la Virgen de la Paz, que posibilitará la visita de la imagen mariana a cada una de las parroquias. La imagen ya recorrió la primera comunidad y visitó diversos ámbitos de la parroquia de la Santa Cruz de Villa Fiorito y de la vicaría de la Ribera. El próximo destino será la parroquia Nuestra Señora de la Merced, de Lomas.

Después de la misa y luego de cuatro años, se realizó la tradicional procesión con el Santísimo Sacramento hasta la catedral Nuestra Señora de la Paz. Antes de iniciar la procesión, se desarrolló el paso del Santísimo Sacramento dentro del estadio para aquellos que no podían caminar hasta la plaza Grigera, donde tuvo lugar el cierre de la fiesta diocesana con la bendición final del obispo.

Por otra parte, el portal Eclesia explicó qué la solemnidad de Corpus se realizó el sábado 3 de junio, debido a que el fin de semana del 10 y 11, como marca el calendario litúrgico de este mes, se realizará la colecta anual de Cáritas, la cual implica numerosas iniciativas parroquiales que coadyuvan a las obras de la institución. 

Además, se señaló allí que “celebrar la fiesta el día tres posibilitará que el sábado o domingo siguiente se pueda vivir la fiesta en las parroquias con la solemnidad que conlleva, por ejemplo, realizando las tradicionales procesiones con el Santísimo”.+

» Texto completo de la homilía