Francisco compartió momentos con niños enfermos en Budapest

"Gracias por su ternura", les dijo Francisco a los menores del Instituto Católico para Ciegos y Hogar Especial "Beato László Batthyány-Strattmann", a los que visitó este sábado.

El papa Francisco inició su segundo día de visita a Hungría este sábado 29 de abril, visitando el Instituto Católico para Ciegos y Hogar Especial para los Niños "Beato László Batthyány-Strattmann". El director del centro, György Inotay, recibió al pontífice y le mostró las instalaciones, que para muchos niños con discapacidad visual o con necesidades educativas especiales constituyen un verdadero hogar.

“Gracias por la bienvenida y la acogida. Gracias por sus cantos y sus ojos. Gracias al director por comenzar este acto con la oración de san Francisco, que es un programa de vida”, afirmó el Santo Padre. 

El Papa pidió “caminar junto con la realidad de los pobres”, los enfermos, los necesitados porque esto “es puro Evangelio”. En el salón principal, un grupo de jóvenes y niños ciegos, varios en sillas de ruedas, escucharon con atención las palabras de agradecimiento del pontífice. 

"Jesús vino a tomar la realidad tal como era y a llevarla adelante. Hubiera sido más fácil tomar ideas e ideologías y llevarlas adelante, sin tener en cuenta la realidad. Este es el camino evangélico, este es el camino de Jesús y esto es lo que el señor director (György Inotay) quiso expresar con la oración de san Francisco. Gracias”, acotó. 

Los niños y jóvenes del Centro cantaron el Ave María para el Santo Padre, al mismo tiempo que rindieron homenaje a la memoria de la hermana Anna Fehér, fallecida el 13 de enero de 2021, que fue el alma del Instituto "Beato László Batthyány-Strattmann". 

Ese Hogar ofreció algunos obsequios al Papa, entre ellos una bandolera -azul y blanca, en referencia a la bandera de la Argentina, y amarilla y blanca, como la del Vaticano-, una corona amarilla y un rosario blanco con una cruz tau de fresno blanco, que fue tallada por el mismo director del instituto. 

También se entregaron tres cartas, una en braille, una en italiano y otra carta que cuenta la historia de la curación de un niño ciego, narrada por monseñor Miklós Beer, obispo emérito de Vác. Francisco correspondió donando una escultura, realizada en Lecce, de la Virgen que desata los nudos, a la que es particularmente devoto.+