Asumió la nueva Comisión de Pastoral Juvenil en La Rioja

  • 19 de abril, 2023
  • La Rioja (AICA)
Sus integrantes expresaron el deseo de ser familia para todos los jóvenes, y escuchar sus propuestas, clamores y gritos.

Elegido en la Asamblea Diocesana del 24 y 25 de marzo, el nuevo equipo de Pastoral Juvenil de la diócesis de La Rioja está compuesto por los coordinadores Ana Moreno (Santa Rosa de Lima, de Patquía) y Lucas Albarracín (Inmaculada Concepción, de Aimogasta), y la secretaria Lourdes Vizcarra (Nuestra Señora del Rosario de San Nicolás, de La Rioja).

Además, integra la mesa de Juventudes Exequiel Gomez (Nuestra Señora del Rosario de San Nicolás de La Rioja), y la comunicación está a cargo de Analuz Díaz (Espíritu Santo de La Rioja); la economía, de Gabriel Zalazar (Espíritu Santo de La Rioja); la formación, de Gabriel Cuevas (Nuestra Señora de la Candelaria de Olta); mientras que el asesor, nombrado por el obispo, monseñor Dante Gustavo Braida, es el diácono Alexis Rosales.

Consultados sobre sus anhelos para esta nueva etapa de la Pastoral de Juventud, sus nuevos responsables destacan el tener una apertura y llegada a todos los jóvenes sin importar cómo estén, poder llegar a ellos y poder salir a buscarlos. “No quedarnos quietos y esperar que vengan, sino nosotros ir al encuentro de ellos”, afirman.

También esperan poder fortalecer, como equipo de pastoral, la capacidad de escucha, para poder ser la voz de cada joven y poder proponer actividades acordes a las realidades que están viviendo los jóvenes.

Siguiendo ese lineamiento, subrayan la importancia de saber trabajar en equipo, encontrando puntos de unidad en medio de la diversidad que tiene la diócesis: “Hacer que los jóvenes sepan y sientan que creemos en ellos, y que ellos son parte y protagonistas de la Iglesia, y que son escuchados”.

Sobre esta búsqueda de los jóvenes, los miembros del equipo sostienen que hay que salir a buscar a quienes están afuera, pero sin descuidar a los que ya forman parte. “Uno de los más grandes desafíos es poder escuchar a todos, tener el corazón abierto para escuchar las propuestas, clamores y gritos que tienen los jóvenes hoy, poder encargarnos de eso y hacer algo por ellos”, indican.

A nivel parroquial, el gran desafío es incentivar y convencer al joven de que no está solo, que hay muchos jóvenes como ellos con el mismo pensamiento, ideología o sentir. Que no se sientan solos, que se puedan sentir acompañados y que hay un Dios que es puro amor. +