'Yo quiero ir a la Argentina', sostuvo Francisco
- 10 de marzo, 2023
- Buenos Aires (AICA)
En entrevista con Infobae, el Papa respondió preguntas sobre su vida cotidiana, los recuerdos de su elección pontificia y temas de coyuntura, como la guerra en Ucrania o la situación en Nicaragua.
El papa Francisco concedió una amplia entrevista al fundador de Infobae, Daniel Hadad, en vísperas de cumplirse los diez años del inicio de su pontificado, en la que abordó diversos temas, entre ellos la guerra, la Iglesia, su vida cotidiana y los problemas en diversas naciones latinoaméricas, como Nicaragua y Venezuela.
Casi al final de la entrevista, Hadad le hace una serie de preguntas sobre sí todavía existe posibilidad de que realice una visita apostólica a la Argentina.
-Yo vi la final de fútbol. No estoy viviendo en la Argentina, estoy viviendo en los Estados Unidos, pero viajé especialmente porque quería ver, si ganaba Argentina, ese festejo. Y fue un momento de una catarsis maravillosa en una sociedad muy sufrida. Cuando hablo con amigos, a veces escucho —y mucha gente lo dice— [que] algo similar podría llegar a ocurrir si el papa Francisco visita la Argentina. ¿Piensa en eso, sueña con eso? ¿Tendremos la posibilidad?
-Pensé. Pensé en eso. Estaba planeado en diciembre de 2017. Se iba a ir primero a Chile, después a Argentina y Uruguay. El plan era ese. ¿Pero qué sucedió? Que [Michelle] Bachelet terminaba su gobierno y las elecciones eran precisamente por esa época. Entonces tuvimos que pasar Chile a diciembre y ya ir en enero a Argentina y a Uruguay. En enero no encontrás ni al gato, ¿viste? Entonces se cambió el programa y se hizo Chile y Perú. Y quedaron Argentina y Uruguay para después. Y ese después es lo que estamos esperando [de] la coyuntura. No hay una negación de ir. No, de ninguna manera. Estuvo planeado el viaje. Yo estoy abierto a que se dé la oportunidad.
-¿De qué dependería eso?
-Miles de factores. Miles de factores.
-¿Le puedo pedir dos o tres?
-Primero la voluntad que yo vaya. Creo que eso está. Segundo, la coyuntura sociopolítica. A veces la visita de un Papa puede ser usada, en todos los lugares. Que no sea usada ni para un lado ni para otro.
-Después de una elección podría pasar?
-Podría pasar. Después de una elección ciertamente que sí. Por eso en tiempo electoral no se hacen viajes en los países, para evitar que la presencia sea usada por el partido gobernante para una reelección o algo por el estilo. Yo quiero ir a Argentina. Quiero. Pero…
-¿Se anima a darle un rango? ¿Entre cuánto y cuánto tiempo?
-No. No sé, porque son estas cosas que se arman ahí. Pero ciertamente estuvo planeado, y si no se fue es por el mes.
El pontífice recordó el momento de su elección, hace diez años: “Es como el Espíritu Santo lo mueve a uno, ¿no? Yo a la mañana me vine tranquilo aquí, al mediodía, y algunos me hicieron chistes de paso, que no los entendí. Incluso, cuando llegué al comedor, algunos obispos del centro de Europa me decían: 'Venga, eminencia, ¿qué nos cuenta de Latinoamérica?'. Me tomaron examen”, rememoró.
Francisco comentó sobre la paz interior que siempre ha vivido, “la paz interior no me la sacó nadie: esa felicidad. Se ve que la gente me mira más ahora, pero siempre fui así. Yo no creo que he cambiado acá. Por ahí me viene un poco de nostalgia de Buenos Aires, porque no puedo callejear como hacía allá. Pero yo no sabría cuantificar la tranquilidad, la paz, la alegría interior que tengo. Para mí siempre es la misma”.
El fundador de Infobae le preguntó sobre otros temas que siempre ha tratado en diversas entrevistas, como por ejemplo sobre la homosexualidad. El Papa reiteró “que hay que ir a lo esencial del Evangelio: Jesús llama a todos y cada uno resuelve su relación con Dios como puede o como quiere. A veces [uno] quiere y no puede, pero el Señor espera siempre”.
Además de preguntarle sobre temas de su vida cotidiana, el tratamiento de la rodilla, las horas de reposo que tiene que tomarse, le preguntó sobre lo que extrañaba de 'callejear' en Buenos Aires: “Eso es fundamental, porque eso me tenía en contacto continuo con la gente, y eso es muy variado. Cosas que me quedan muy grabadas y que me cambiaron a veces la actitud. Cuando tenía que tomar el colectivo que pasaba por la cárcel de Devoto -tenía que ir a una parroquia por Devoto-, varias veces me sucedió esto: estaba en la cola y casi todas eran madres. Entonces pensaba siempre sobre la madre de un recluso, lo que siente esa mujer, lo que siente ese hijo. Y eso fomentó en mí una especial cercanía a los presos. Yo todos los años, para el Jueves Santo, voy a lavar pies a una cárcel”.
“Hay muchas más mujeres trabajando en el Vaticano”, le dijo el director de Infobae: “Sí. Y es necesario eso. El machismo es malo –aseveró el Papa-. Y a veces el celibato te puede llevar a un machismo. A un cura que no sabe trabajar con las mujeres le falta algo, no está maduro. En el Vaticano era muy machista todo, pero es parte de la cultura, no es culpa de nadie. Siempre se hizo así. Ahora están trabajando más. Un ejemplo: en el Consejo de Economía eran seis cardenales y seis laicos. Los laicos todos varones, por supuesto. Hubo que renovar, y puse un varón y cinco mujeres. La cosa cambió así. Había que nombrar vicegobernador en el Vaticano. El gobernador es el cardenal, tiene 78 más o menos, el cardenal [Fernando] Berges, un español capacísimo. Fue secretario de monseñor [Eduardo] Pironio. Un hombre de mucha experiencia. Ama la Argentina. Y en vez de poner un vicegobernador, puse una vicegobernadora. Y él se siente mucho más ayudado, porque resuelve; las mujeres resuelven, y resuelven bien”.
-Santo Padre, ¿reza a alguna hora en particular?, ¿en su habitación, en la capilla?, ¿dónde reza?
-A la mañana celebro misa enseguida, si es que no tengo misa afuera. A las seis de la mañana tengo la misa. Antes, hago un poco de oración, y después también. Me levanto a las cuatro, a las cinco ya estoy rezando ahí en mi cuarto; 5.50 me voy a la capilla y ahí celebro misa. Generalmente solo o con algún cura que viene, me acompaña, y eso me ayuda, cuando hay otro me ayuda más. Y después ya empieza el día.
-La pregunta que sigue tiene que ver con algo que para todo humano es algo que sabe que va a pasar y no sabe cuándo, que es la muerte. Usted, máxima autoridad de la iglesia, ¿le tiene temor a la muerte?
-No. Sé que va a venir. Alguna vez que me pareció que podía haber riesgo me preparé, cuando tuve que hacer la operación que era riesgosa. Pero le pedí al Señor que no me agarre inconsciente, eso no. Que al menos la vea venir. Dicen que es raro que exista el miedo a la muerte: el miedo es a verla venir. Así que espero verla venir, para saber el fin.
Como en otras ocasiones, el Papa también fue consultado sobre la situación en Rusia y Ucrania, y en otros lugares: “A nosotros esta guerra nos duele mucho porque la tenemos al lado, pero el mundo está en guerra desde siempre. Al menos, desde hace un siglo. Nos olvidamos de Yemen, por ejemplo. Los chicos del Yemen. Nos olvidamos de los rohinyá, en Myanmar, todo ese drama de guerra. Nos olvidamos de Goma, al norte del Congo, y de Ruanda. Claro, como esta guerra es del barrio de al lado, ya la tenemos cerquita, nos llama la atención. Pero no paramos de guerrear”.
También fue consultado sobre temas de Latinoamérica. Sobre Venezuela manifestó la esperanza de que la situación pueda cambiar: “Pienso que sí, porque son las circunstancias históricas las que van a obligar a cambiar el modo de diálogo que tienen. Pienso que sí. O sea, nunca cierro la puerta a posibles soluciones. Al contrario, las fomento”.
En relación con la situación en Nicaragua, la consideró como un retroceso a las antiguas dictaduras. El Papa denunció la falta de equilibrio de quienes dirigen el país: “Ahí tenemos un obispo preso, un hombre muy serio, muy capaz. Quiso dar su testimonio y no aceptó el exilio. Es una cosa que está fuera de lo que estamos viviendo, es como si fuera traer la dictadura comunista de 1917 o la hitleriana del '35, traer aquí las mismas… Son un tipo de dictaduras groseras”.
Al final también fue consultado sobre la posibilidad de visitar la Argentina, y respondió: “Pensé. Pensé en eso. Estaba planeado en diciembre de 2017. Se iba a ir primero a Chile, después a Argentina y Uruguay. El plan era ese. ¿Pero qué sucedió? Que [Michelle] Bachelet terminaba su gobierno y las elecciones eran precisamente por esa época. Entonces, tuvimos que pasar Chile a diciembre y ya ir en enero a Argentina y a Uruguay. En enero no encontrás ni al gato, ¿viste? Entonces se cambió el programa y se hizo Chile y Perú. Y quedaron Argentina y Uruguay para después. Y ese después es lo que estamos esperando [de] la coyuntura. No hay una negación de ir. No, de ninguna manera. Estuvo planeado el viaje. Yo estoy abierto a que se dé la oportunidad”.
Por último, Francisco le agradeció al entrevistador: “Gracias a usted por la paciencia de escuchar a un cura. Recen por mí por favor”.+