El Papa invitó a pasar de la esclavitud del egoísmo a la libertad de amar

Francisco recibió en audiencia a miembros de la Asociación "Pro Petri Sede", y los instó a poner en práctica "la llamada a hacer el bien a todos".

En el día en que se cumple el primer aniversario de la guerra entre Ucrania y Rusia, el papa Francisco volvió a exhortar a la Iglesia y al mundo a una fraternidad universal, capaz de oponerse al odio, al conflicto y a la discriminación. 

Al dirigirse a la Asociación Pro Petri Sede, cuyos miembros se encuentran actualmente en Roma para la tradicional peregrinación bienal a la tumba de San Pedro, los invitó a que “el testimonio del apóstol tan humano, tan lleno de la gracia de Dios, suscite en vosotros el celo generoso y misionero de la Iglesia primitiva".

Es significativo, señaló el sucesor de Pedro, que esta peregrinación coincida con el inicio de la Cuaresma, "tiempo propicio, que nos llama a la conversión para pasar de la esclavitud del egoísmo a la libertad de amar y servir a Dios y a los hermanos".

En ese sentido, destacó el ejemplo de los Hechos de los Apóstoles, donde "vemos cómo, en la Iglesia naciente, la generosidad de los cristianos se manifestaba entre ellos y hacia la comunidad con gran solidaridad".

Todos ponían todo "en común para sostener a sus hermanos más frágiles. Comprendían que eran los administradores temporales de sus bienes: de hecho, todo lo que poseemos es un don de Dios y debemos dejarnos iluminar por Él en la gestión de los bienes que recibimos", observó el pontífice.

“Su espíritu, fuente de generosidad, nos impulsará siempre a dar a los necesitados, a combatir la pobreza con lo que Él nos da. Porque el Señor nos da en abundancia, para que a su vez podamos darnos a nosotros mismos”, añadió.

Entonces, renovó la llamada a "hacer el bien a todos", dedicando "tiempo a amar a los más pequeños e indefensos, a los abandonados y despreciados, a los discriminados y marginados".

Por último, el papa agradeció a Pro Petri Sede el apoyo, no sólo espiritual sino también material, a su "ministerio como sucesor de Pedro" y a la Santa Sede. La peregrinación es el momento de llevar "sus generosas ofrendas para sostener la solicitud pastoral del papa y las obras de caridad de la Santa Sede en el mundo", alentó Francisco. "Ustedes -conluyó- son todavía hoy testigos de la generosidad y de la caridad que animaron los corazones de sus predecesores, que no tuvieron miedo de gastar su vida por amor a la Iglesia".+