La original cabalgata de la Virgen del Valle en Los Colorados
- 4 de enero, 2023
- La Rioja (AICA)
La Morena del Valle cabalga junto a los peregrinos y se deja llevar hasta donde sus hijos la llamen. La devoción a Nuestra Señora del Valle está muy arraigada en el corazón del pueblo riojano.
La devoción a la Virgen del Valle está muy arraigada en el corazón del pueblo riojano. Tanto que el obispo de La Rioja, monseñor Dante Gustavo Braida, la nombró Patrona de la Sierra de Velasco y Protectora de su Ecología Ambiental.
Precisamente al pie del Velasco, frente a la puerta del pueblo de Los Colorados se encuentra un predio llamado Campo Santo. Allí se construyó la gruta de la Virgen que custodia la montaña.
Cada 9 de diciembre la comunidad de la Virgen del Valle de Los Colorados va a buscarla a caballo y la lleva a la capilla del pueblo para celebrar su fiesta. Lo original es que la Virgen cabalga en su propio caballo y se deja llevar hasta donde sus hijos la llamen.
David, oriundo de esa localidad de la diócesis riojana, explica cómo surgió la idea de las cabalgatas: “Al ver que los jóvenes no tenían interés por llegarse a la Iglesia, pensaba y repensaba cómo hacer para que los jóvenes vuelvan a la fe. Andando en las fiestas patronales veía que los alféreces son toda gente grande, de edad, lo mismo que en las misas, no había jóvenes”, relata el joven emprendedor de 28 años, que hizo entonces una promesa a la Virgen del Valle.
“Consistía en que me ayudara, me diera la fuerza para atraer a jóvenes a través de las cabalgatas. Veía que no estaban en las misas, pero lleno de jóvenes a caballo que buscaban lucirse, ahora de fe nada. Le pedí a la Virgen que me diera fuerzas para convencerlos, empezando por mi pueblo y de a poco se fue dando”, precisa.
“La promesa era que si me daba ideas iría cabalgando a Patquía y Ella en su caballo. De ahí también empezamos a ir pueblo por pueblo para que la gente nos vaya conociendo. Yo aprendí un montón de cosas y los jóvenes se fueron acercando a la fe”, testimonia.
Los primeros 5 años fueron muy duros. “En el tercer año fuimos un grupo de 15, 17 jóvenes y nos tocó que la mayoría estaba sin trabajo, sin un peso, ese año fue el primero de la imagen peregrina. Yo siempre le hablo, le pido cosas como a una mamá. Le pedí que me ayude a hacer la cabalgata, que todo salga bien. Llegamos a Patquía y nos esperaba la gente con comida, bebida, era impresionante como salía la gente y nos esperaba”, recuerda.
La Morena del Valle lleva ya recorridos 1780 km en compañía de muchos jóvenes de la diócesis. “Cuando hacemos las cabalgatas llegamos un día antes de la Fiesta a conocer desde adentro las comunidades”, prosigue el joven de Los Colorados, “y para estar presente en la última noche de novena. Llegamos y nos ponemos a disposición de la gente que organiza, limpiando, acomodando cosas, nos ponemos al servicio como lo hace la Virgen”.
Desde julio salen a las patronales de Cerro Blanco, en agosto van a Patquía a la fiesta de Santa Rosa, en septiembre Ceferino en la Estancia El Ciénego, en octubre en Amaná y en diciembre en Los Colorados.
“Siempre nos hemos manejado con lo que hacemos en el día a día”, indica Daniel y a modo de ejemplo relata: “Al llegar a la casa de mi abuelo, que es donde queda la imagen, se me acerca una señora de nombre María, que es muy participativa de la parroquia, y me pregunta ‘¿Te molesta si hago algo por ustedes?’ Se reunió con toda la gente y recolectó dinero, juntó $7000, que era una barbaridad. Me regaló un cuaderno para que escriba la historia y la plata, yo no la quería recibir y me dijo que no era para mí sino para los animales, sabiendo que necesitan comer y también comida para los que no tienen trabajo”.
Ángel, su hermano cuenta que tiene dos caballos, “mansitos y petisos para que la gente pueda llegarse y tomar gracias”. “También la llevamos a la casa de la gente que lo pide y la dejamos 4 o 5 días. Durante las cabalgatas rezamos, charlamos con los jóvenes, vamos aprendiendo en el camino, compartimos un mate, hablamos del caballo, de su cuidado y terminamos hablando de la vida”.
David, Ángel y su amigo Willy que se curó por gracia de la Morena nos dejan este mensaje final que es el sentir de los tres: “Más que nosotros llevar a la Virgen, la Virgen nos lleva a nosotros. María nos enseñó y nos hizo ver muchas cosas, cuales son los caminos por donde debemos andar. Le hablamos, le preguntamos, la escuchamos. No hace falta tener cierta edad para compenetrarse con la fe, siempre es bueno el tiempo para acercarse a la fe y a María. El principal mensaje es confiar en Ella, es una mamá. La fe en la Morena es todo. La Morena del Valle que no sólo camina, sino que también cabalga con nosotros”.+