Los hermanos Massabki serán declarados santos
- 30 de diciembre, 2022
- Beirut (Líbano) (AICA)
"Un regalo de Navidad para la Iglesia maronita", expresó el cardenal Beshara Raï, sobre los "mártires de la fe" los hermanos Francis, Abdel Mohti y Raphaël Massabki.
La Iglesia maronita comunicó recientemente de manera oficial, a través de su patriarca, el cardenal Beshara Raï, desde su sede patriarcal en el Líbano,que el papa Francisco aprobó el decreto que proclama "mártires de la fe" a los tres hermanos Francis, Abdel Mohti y Raphaël Massabki. Murieron en las tristemente célebres masacres de 1860 en Damasco, Siria (una de las páginas más oscuras para los cristianos orientales) y serán incorporados a la asamblea de los santos de la Iglesia universal.
"Este es nuestro regalo de Navidad", dijo el patriarca de la Iglesia maronita refiriéndose al honor que se le brinda a su comunidad a través de ellos. La fecha de la ceremonia de canonización, que normalmente se celebra en Roma, todavía no se fijó oficialmente.
Los hermanos Massabki encontraron la muerte en Damasco, en las masacres cuyas causas históricas se remontan a ciertas rivalidades en el Monte Líbano entre drusos y maronitas fomentadas por la injerencia extranjera, y en las que el gobernador otomano Ahmed Pasha fue uno de los principales protagonistas. Los tres hombres fueron asesinados el 10 de julio de 1860 dentro del convento franciscano, tras negarse a renegar de su fe cristiana. Esto ocurrió en el marco de una revuelta popular que duró entre el 9 y el 18 de julio -que sólo en Damasco se cobró entre 4.000 y 6.000 víctimas cristianas- y después se extendió también a Bekaa, sobre todo a Zahlé.
En los nueve días que duraron las masacres cerca de 20.000 cristianos fueron asesinados en Damasco y Bekaa. Al mismo tiempo en la capital siria destruyeron 11 iglesias y tres conventos y quemaron o arrasaron entre 1.500 y 2.000 viviendas y unos 200 comercios. Los consulados ruso, holandés, belga, estadounidense y griego fueron saqueados e incendiados.
Ecumenismo de los mártires
En este momento, observa la agencia AsiaNews, de acuerdo con el espíritu de unidad promovido por san Juan Pablo II y continuado por sus sucesores, numerosas voces piden que la ceremonia de canonización de los beatos sea también ocasión para resaltar mejor lo que se denomina "ecumenismo de los mártires".
Hoy ya no quedan dudas de que entre las víctimas de las masacres de 1860 también se encuentra Youssef Mehanna-Haddad, sacerdote de la Iglesia Ortodoxa de Antioquía. Cuando este salía de su casa de incógnito y vestido de laico junto con su nuera (es costumbre de la Iglesia oriental que los sacerdotes se pueden casar) fue reconocido por un grupo de revoltosos, secuestrado y asesinado. Su recuerdo sigue vivo y su Iglesia también celebra solemnemente su memoria. Hasta ahora las Iglesias latina, maronita y ortodoxa han conmemorado la memoria de los mártires de 1860 en forma independiente unas de otras, pero debemos ser igualmente conscientes de que estos cristianos de diferentes confesiones dieron testimonio con su vida entregándola por el mismo Cristo.
Lo que quiso decir Juan Pablo II, explican básicamente algunos círculos de la Iglesia, es que la unidad de los cristianos no hay que buscarla, no hay que construirla de cero como si no existiera, sino que solo hay que ampliarla. Porque ella ya se ha cumplido en los mártires y santos de las diversas Iglesias, que dieron testimonio la fe hasta el don definitivo de su vida.+