Mons. García presidió una misa por la convivencia democrática y la paz
- 3 de diciembre, 2022
- San Justo (Buenos Aires) (AICA)
Fue en la catedral de San Justo a raíz de una agresión a militantes del Movimiento Evita. "Violencia política nunca más", pidió, y alentó a favorecer el diálogo "sereno y sin prejuicios".
El obispo de San Justo, monseñor Eduardo Horacio García, presidió ayer una misa por la democrática y la paz en la catedral local, a pedido de dirigentes sociales y tras la agresión que sufrió un grupo de militantes del Movimiento Evita en el partido bonaerense de La Matanza.
“Violencia política nunca más”, pidió el prelado en la homilía el prelado durante la celebración eucarística en la que participaron el secretario de Economía Popular del Ministerio de Desarrollo Social, Emilio Pérsico, y otros referentes de ese movimiento social y político.
Monseñor García consideró que el sueño común de los argentinos debería ser “una democracia sin violencia, la paz” y advirtió sobre “la violencia cotidiana que genera la inseguridad, la violencia subvencionada que viven nuestros barrios a causa de la droga donde los pibes caen como moscas, la violencia legal de quema colchones y destruye merenderos de los más pobres que buscan un lugar donde vivir y un plato de comida, la violencia del desprecio de la vida”.
“Está la violencia que provoca la injusticia, el hambre, la falta de dignidad, la impotencia frente a la corrupción; pero también está la que se genera por la intolerancia y la incapacidad del diálogo”, aseguró.
El prelado matancero afirmó que “pedir a Dios por la paz está bien, pero pedirla sin asumir la responsabilidad que nos toca es transformar la fe en magia y nuestra oración en palabrerío disociado e hipócrita”, y recordó que “la paz es un regalo de Dios para que aquel que está dispuesto a recibirla y a realizarla en el gesto cotidiano de diálogo sereno, de escucha atenta y sin prejuicios, de búsqueda del bien común con todos y a pesar de todo”.
Tras reivindicar la política como “un acto de caridad o de amor”, citó al papa Francisco, quien en la encíclica Fratelli tutti subraya que para alcanzar la fraternidad universal entre pueblos y vivir la amistad social, “hace falta una buena política”.
“Hace falta reconocerse necesitado, abrir el corazón, para ver cómo la necesidad es capacidad para ser enriquecido, la ceguera posibilidad de una nueva luz. Que al igual que ellos, nos dejemos tocar por el Señor para no solamente pedir sino para transformarnos en instrumentos de paz”, concluyó.+