La Rioja celebró su Asamblea Diocesana
- 17 de noviembre, 2022
- La Rioja (AICA)
Monseñor Braida abrió la jornada, de la que participaron miembros de parroquias y áreas pastorales, e insistió en seguir el llamado de Jesús a salir y hacer que todo el mundo sea su discípulo.
El Colegio Pío XII de la ciudad de La Rioja fue sede, el sábado 5 de noviembre, de la Asamblea Diocesana. Del encuentro participaron 149 laicos, 26 sacerdotes, 9 religiosos, 3 diáconos permanentes y uno transitorio.
Representantes de distintas parroquias, movimientos y áreas pastorales llegaron desde los más variados puntos de la diócesis, como Los Sauces, Chamical, Aimogasta, Chepes, Ullapes, Sanagasta, Anillaco, Olta, Anguinan, Malanzán, Famatina, Chepes, Patquía, Malligasta, Nonogasta, Villa Unión. Pagancillo, Villa Castelli, Tama, Punta de los Llanos, o Chilecito.
El obispo de La Rioja, monseñor Dante Gustavo Braida, abrió la asamblea mientras la imagen peregrina de San Nicolás presidía el encuentro junto a las reliquias de los beatos mártires. En sus palabras de bienvenida agradeció la presencia de los participantes y el trabajo realizado por cada comunidad y animó a profundizar el camino andado.
A continuación, cada decanato y área de pastoral expuso su reflexión sobre “las luces, las sombras y las propuestas de nuestra Iglesia riojana”. Sus conclusiones mostraron una Iglesia viva y comprometida con cada una de las realidades.
El teólogo laico Oscar Campana recalcó que “la comunión que nos viene del Bautismo constituye nuestra única dignidad” e invitó a ver más allá y “atender las tensiones que aparecen entre las luces y las sombras”. Puso por ejemplo el hecho de ser Iglesia familia y a la vez sentir que falta un diálogo sincero, o ser Iglesia en salida y reconocer que también hay indiferencia y falta de compromiso.
Por la tarde continuó el trabajo por grupos, y todos concluyeron que los jóvenes deben ser la prioridad en las acciones pastorales: “Recibirlos como vienen, ir a buscarlos a sus espacios de encuentro, proponerles el encuentro con Jesús, acompañarlos, escucharlos”. Además, cada espacio de pastoreo presentó planes concretos de acción para continuar el camino sinodal.
La jornada concluyó con la celebración de la Eucaristía. En su homilía, monseñor Braida insistió en seguir el llamado de Jesús a salir y hacer que todo el mundo sea su discípulo enseñando lo que Él nos enseñó. “Fue una misa de envío, de llevar con la vida nuestra identidad como cristianos, un llamado a evangelizar”, resumieron desde la organización.+