Emotivo último adiós al joven sacerdote argentino fallecido en Pamplona
- 21 de octubre, 2022
- Pamplona (España) (AICA)
Más de cien sacerdotes concelebraron la misa de exequias del padre Renato Nahuel Bettini en la catedral local y con la presencia de los padres del joven. Presidió el arzobispo de Pamplona.
Más de cien sacerdotes concelebraron el jueves 20 de octubre la misa de exequias por el fallecimiento del presbítero Renato Nahuel Bettini, (ver AICA) el joven argentino que murió el pasado domingo a los 29 años en un accidente vial. Fue presidida por arzobispo de Pamplona, monseñor Francisco Pérez, en la catedral local, colmada de fieles, entre ellos sus padres que viajaron especialmente desde la Argentina.
“La muerte de Renato nos conmovió, pero no nos desesperanzó”, dijo el arzobispo en el funeral del joven sacerdote, ordenado hace cuatro meses, que era vicario parroquial de Peralta y Funes.
Un total de 117 sacerdotes concelebraron la Eucaristía, con el obispo de Vitoria, monseñor Juan Carlos Elizalde; los rectores del seminario diocesano, Jesús Echeverz y de Redemptoris Mater, Jesús Dillana; el deán de la catedral Carlos Ayerra y canónigos y seminaristas de Pamplona y San Sebastián.
“Estamos con ustedes”, les dijo el arzobispo a Sergio y Sandra, los padres de Bettini, y mencionó a sus hermanos Tobías, Ramiro y Simón, y al abuelo paterno y a la abuela materna.
El padre Jesús Dillana, subrayó en la semblanza que hizo de Bettini que “le faltó celebrar misa en Villa María (Córdoba)”, en su ciudad natal, donde creció y donde fue catequista en el Camino Neocatecumenal. Trazó su trayectoria y recordó que se ofreció a formarse en cualquier punto y “le tocó Pamplona por sorteo”.
Asimismo, indicó que recientemente los sacerdotes de Redemptoris Mater se reunieron para ver cómo les había ido el verano. “Abro yo, comenzó Renato, y dijo que estaba muy contento”, se refería a su labor pastoral en Peralta y Funes.
En su homilía, monseñor Pérez compartió el encuentro que tuvo con el “doctor de Caparroso que se dirigía a Madrid con su esposa y fue el primero en atenderle”.
“Me dijo que tenía la Biblia al lado, y papeles de la catequesis de Funes. Me emocionó”, señaló el arzobispo. “Diga a sus padres que hicimos todo lo que pudimos por salvarlo”, trasladó las palabras del médico.
“El consuelo mayor es el cariño que Cristo les manifiesta”, se dirigió de nuevo a la familia y al Camino Neocatecumenal: “Que tanta gloria dan a Dios en estos momentos de dificultad”.
“Para mí es el mayor tesoro”, quiso recordar el arzobispo la frase de Renato el pasado 12 de junio, día de su ordenación. “Ha muerto como un grano de trigo, pero ha dado fruto, ha resucitado”, añadió el prelado en un templo colmado para despedir al joven sacerdote.+